Las previsiones se han cumplido. La compraventa de viviendas cayó en marzo por segundo mes consecutivo debido a la elevada inflación y a la subida de los tipos de interés iniciada el pasado mes de julio por el Banco Central Europeo (BCE).
Así, las transacciones registraron una bajada interanual del 5,7%, hasta sumar las 55.778, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Una caída menor del 6,6% registrada en febrero. Mientras que en el primer trimestre del año acumulan un descenso del 2,1% respecto al mismo periodo del año anterior.
Estas cifras demuestran “el enfriamiento paulatino que se está produciendo en el sector, con suaves caídas en el número de operaciones”, indica Francisco Iñareta, portavoz de idealista.
También María Matos, directora de Estudios de Fotocasa, considera que estos descensos reflejan que la tendencia de desaceleración en las compraventas se consolida en el primer trimestre de 2023, pero de una manera “suave y paulatina”.
A pesar de ello, reconoce que la demanda continúa “muy latente” y que todavía existe un interés “muy fuerte” por comprar vivienda en nuestro país.
Un interés que hace que, a pesar del encarecimiento de las hipotecas, el volumen de viviendas vendidas siga siendo “muy alto”, a juicio de Iñareta.
Lo atribuye a que muchos compradores tienen bajas necesidades de financiación al poseer otra vivienda en propiedad y a la guerra comercial entre entidades financieras que ofrecen hipotecas a tipo de interés mixto y fijo por debajo del euríbor.
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Precios, al alza
La desaceleración en la compra de viviendas tiene dos protagonistas. Por un lado, el Banco Central Europeo que, tras siete subidas consecutivas de los tipos de interés, ha colocado el precio del dinero en el 3,75% y ha llevado al euríbor, el principal índice de referencia hipotecario en España, a cerrar abril en el 3,757%, lo que supone un incremento de 290 euros mensuales para una hipoteca media de 150.000 euros.
La segunda protagonista es la inflación, que cerró abril en el 4,1% reduciendo la capacidad de ahorro de futuros compradores.
“Esto hará que, a la larga, los españoles no puedan ahorrar tanto para la compra de vivienda y que se frene la compraventa de inmuebles”, señala María Matos. Estima que las compraventas se moderen en torno a un 15% en 2023.
Y más teniendo en cuenta que los precios no dejan de subir. En el caso de la vivienda usada subió en abril un 7,2% respecto al año anterior, situándose el metro cuadrado en los 1.963 euros.
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Adiós a la sobrecompra
Los analistas coinciden en que ahora se abre una nueva etapa en el mercado inmobiliario que deja atrás la sobrecompra producida en los dos años anteriores.
“En los próximos meses vamos a ver todavía un sector dinámico, aunque con cifras menos abultadas respecto al año pasado”, vaticina María Matos.
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