Las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28-M están a la vuelta de la esquina y los últimos votos emitidos de forma no presencial están llegando a las oficinas de Correos. El problema es que la fiabilidad de este proceso ha quedado cuestionada después de los indicios de fraude que se han registrado en la votación por correo en la ciudad de Melilla, una cuestión que podría afectar al 20% del censo y que la policía ya está investigando.
Hasta el momento, los agentes han identificado a un grupo de entre 30 y 50 personas como presuntos implicados en los actos delictivos. Los responsables estarían vendiendo votos a cambio de 100 euros, una cuestión aún más grave en un territorio en el que el voto por correo representa el 17% del total (en el resto de España, el porcentaje solo supone un 2%).
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Correos verifica la identidad de los ciudadanos dos veces
Sin embargo, el fraude del voto por correo es poco habitual, ya que la institución sigue una serie de procedimientos para evitar que estas actuaciones se produzcan. En primer lugar, según se recoge en su página, la identidad de los votantes se verifica en dos ocasiones: cuando se solicita el voto por correo y cuando se entrega la documentación. En el caso de solicitarlo de forma telemática, se deberá identificar con un certificado digital o el DNI electrónico.
Si el proceso se realiza de manera presencial, será necesario aportar el DNI o pasaporte al trabajador correspondiente. Además, la Ley de Régimen Electoral General establece que en caso de enfermedad o discapacidad que impida realizar el procedimiento, se podrá autorizar a un tercero mediante un documento notarial o consular para que lleve a cabo la gestión.
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Sin embargo, antes de remitir la documentación a la vivienda del elector se envía la solicitud a la Oficina del Censo Electoral para comprobar que cumplen todos los requisitos. Posteriormente, se anota la identidad de esta persona evitar que el día en que se lleven a cabo los comicios puedan votar también de forma presencial. Desde ese momento, los ciudadanos tienen un plazo de entregar el sentido de su voto con el certificado correspondiente.
La empresa de mensajería deberá custodiar en cajas de seguridad los votos que lleguen a sus oficinas. El día de las elecciones, los trabajadores de Correos los entregarán en las mesas electorales correspondientes. Estos votos se introducirán en las urnas junto al resto cuando cierren los colegios electorales, con el fin de hacer el escrutinio con todos los votos juntos.
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