España ha vuelto ha quedar como subcampeona en temporalidad juvenil –población entre 15 y 29 años–, al haber alcanzado un 39% en 2022, según los datos publicados este miércoles por Eurostat.
Solo Portugal ha logrado superar el dato del mercado laboral español, con un 40%, mientras que el podio lo cierra Italia al situarse en la tercera posición con un 38%. Estos datos no incluyen a aquellas personas que estén estudiando y lo compaginen con empleos esporádicos para conseguir un dinero extra.
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La temporalidad juvenil es una de las asignaturas pendientes del Ministerio de Trabajo y uno de los problemas que buscaba resolver la reforma laboral aprobada a principios de 2022 e impulsada por la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
A finales del año pasado, Diaz presumía de que tres millones de personas menores de 30 años (en concreto 2.945.400 de jóvenes), estaban trabajando en España, la cifra más alta desde hace 11 años. “Por eso hay que valorar de forma positiva que tengamos 100.000 ocupados menores de 30 años más que 2019, esto es, antes de la pandemia, la crisis energética, la elevada de inflación y la guerra en Ucrania”, valoraba la ministra.
Y aunque si se echa la vista atrás, la tasa de temporalidad juvenil se ha corregido de forma abrumadora –según datos de Eurostat se situaba en el 73% en 2017–, las cifras actuales continúan siendo muy preocupantes, sobre todo si se comparan con otros países europeos como Lituania y Letonia (ambos 3%), Rumanía (4%) o Estonia (5%).
Impacto del nivel de educación
Uno de los factores que influyen en la temporalidad es el nivel educativo, el sexo de la persona o su paternidad. A nivel europeo, el grupo poblacional con un mayor nivel de inestabilidad en el trabajo son las mujeres con un bajo nivel educativo y con hijos, que representan el 18%. En contraste, las proporciones más bajas se registraron entre los hombres con un alto nivel de formación y con hijos a su cargo que representan el 4%.
A nivel nacional, también es posible ver estas diferencias, según la Encuesta de Población Activa (EPA) que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE). El salario de los jóvenes de hasta 24 años es de 1.234 euros brutos de media, mientras que en el caso de aquellos trabajadores que cuentan con la enseñanza obligatoria se eleva tan solo hasta los 1.366 euros brutos de media.
Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que durante 2022 el número de los conocidos como ‘ninis’ -jóvenes que ni estudian ni trabajan- creció hasta las 931.000 personas.
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