La historia de amor de Estefanía de Mónaco y Daniel Ducruet acaparó decenas de titulares a comienzos de los años 90. La hija del príncipe Rainiero de Mónaco y Grace Kelly se había enamorado de su guardaespaldas y, pese a todo y a todos, terminaron no solo pasando por el altar, sino formando una familia con la llegada de Louis, en 1992, y de Pauline, en 1994.
Todo parecía ir tan bien entre ellos que se casaron en el verano de 1994 ante apenas 40 invitados. Sin embargo, al por entonces soberano nunca le terminó de gustar el hombre que su hija había elegido, ya que contaba con un historial amoroso complicado. Acabó aceptando por la felicidad de su hija. Lo que nadie se imaginaba es que el tiempo le acabaría dando la razón a Rainiero.
Un mes después de su primer aniversario de boda, se divorciaron. El motivo fue una polémica infidelidad por parte de Daniel que fue publicada por diferentes medios de comunicación a través de diferentes imágenes y un vídeo en los que se podía ver al guardaespaldas manteniendo relaciones en una piscina con una stripper llamada Fili Houteman.
Su ruptura no fue sencilla y es que la Casa Real de Mónaco tuvo que hacer frente a la polémica. Por suerte, el tiempo calmó las aguas y Estefanía y Daniel pudieron mantener una relación cordial por el bien de lo único que les seguía uniendo, sus dos hijos. Al menos en lo privado, pues desde entonces no se habían dejado ver juntos públicamente. Hasta ahora.
La artífice de este reencuentro que ha tenido lugar 27 años después de su divorcio no es otra que su hija, Pauline Ducruet. La joven cumplió el pasado 4 de mayo 29 cumpleaños y, aunque ha tenido que esperar unos días, ha podido soplar las velas acompañada de sus dos padres. Así lo ha desvelado a través de sus redes sociales, donde ha presumido de este inesperado reencuentro familiar.
“Celebración de fin de semana”, ha escrito junto a la storie, en la que aparece muy sonriente y rodeada de sus progenitores y frente a una gran tarta. Los tres se muestran relajados, especialmente Estefanía, que tiene mejor aspecto, con menos líneas de expresión.
Pero ellos no fueron los tres únicos presentes en el cumpleaños. Tal y como desveló Ducruet en su perfil de Instagram, también estuvo su abuela materna y su hermana, Linoué, fruto de la relación entre su padre y Kerry Marie Lancien. Se desconoce si en la fiesta estuvieron sus otros dos hermanos maternos, Camille Gottlieb y Louis Ducruet, quien se convirtió en padre hace unas semanas.
Éxito en la moda
Pauline Ducruet es el último ejemplo de la gran conexión que la familia Grimaldi tiene con la moda. Siguiendo los pasos de su abuela, Grace Kelly, su tía, Estefanía de Mónaco, y su prima, Carlota Casiraghi, la joven ha encontrado en este sector su hueco.
Con apenas 23 años creo su propia firma, Alter Designs, que destaca por sus diseños unisex y con la que cumplió su gran sueño. Con nuevas colecciones cada temporada, la hija de la princesa no deja de sorprender a sus seguidores, pues sus piezas están inspiradas en la libertad, además de confeccionadas con materiales que respetan el medio ambiente.