Pedro Sánchez viaja hoy a Estados Unidos para mantener uno de los encuentros internacionales más esperados por Moncloa: una reunión cara a cara con el presidente Joe Biden en la Casa Blanca, que tendrá lugar mañana coincidiendo con el inicio de la campaña para las elecciones autonómicas y municipales. Uno de los objetivos del presidente es regresar a España con un acuerdo cerrado para que EEUU se haga cargo de las tierras contaminadas con plutonio tras el accidente nuclear de Palomeras, ocurrido en enero de 1966.
De acuerdo a fuentes diplomáticas españolas, el asunto de la limpieza de Palomeras está bien encaminado gracias a las conversaciones preliminares que han terminado de pulir el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, quienes se reunieron ayer en Washington. Ambas partes reconocieron la importancia del tema y Albares aseguró que hay voluntad común de llegar a un acuerdo.
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Este no será, sin embargo, el único tema que traten Sánchez y Biden. La administración estadounidense está muy interesada en avanzar con el acuerdo, suscrito a finales de marzo, por que España -junto a Canadá- se comprometió a acoger a migrantes latinoamericanos que suelen emigrar a Estados Unidos y cuyas solicitudes serán ahora procesadas en unos centros que Washington planea construir en Colombia y Guatemala.
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Si bien desde Moncloa no se ha detallado cuántos migrantes tiene previsto acoger España, sí han reconocido que el acuerdo migratorio tendrá suma importancia durante la reunión bilateral. El interés de Biden radica en que, esta semana, llamado Título 42 ha llegado a su fin por lo que ya no puede deportar automáticamente de regreso a México a aquellas personas que lograban cruzar a Estados Unidos sin darles oportunidad de solicitar asilo, con la excusa de la pandemia del Covid-19.
Sobre la mesa también habrá asuntos económicos, como la eliminación de aranceles a la aceituna negra española, un asunto sensible para la economía y actividad agraria española sobre el que Sánchez quiere llegar a una pronta solución. Además, ambos mandatarios hablarán sobre la Ley de Reducción de la Inflación aprobada, en 2022, por el Congreso de EEUU y que provocó tensiones entre Washington y la Unión Europea (UE) debido a que supone subsidios para la fabricación de vehículos eléctricos con componentes estadounidenses y eso podría perjudicar a empresas europeas, aunque Biden ha prometido un trato favorable para la industria del viejo continente que ha calmado a los líderes de la UE.
Sánchez busca su lugar en la nueva geopolítica
Este encuentro en el Despacho Oval será para Sánchez la guinda de una intensa agenda de encuentros con líderes internacionales al máximo nivel -los últimos con los presidentes de Brasil y Colombia-, de cara a la Presidencia española del Consejo de la UE, a partir del próximo 1 de julio. Un marco en el que Sánchez se siente especialmente cómodo y que permite a Moncloa situarle como un actor destacado del nuevo orden geopolítico conocer de primera mano de las principales claves dinámicas de la política internacional.
Es este, según han señalado fuentes del gobierno a EFE, uno de los aspectos que más interesa a EEUU y que servirá para que ambos mandatarios compartan su visión sobre los principales desafíos a nivel global. Sánchez compartirá con Biden las prioridades del semestre de presidencia europea y buscará sinergias, especialmente, en el marco de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la UE, que tendrá lugar en Bruselas a mediados de julio.
La guerra en Ucrania, los ataques a la democracia, la lucha contra los populismos y la desinformación y la emergencia climática, con especial énfasis en la sequía y sus efectos, serán otros asuntos a tratar en la reunión.
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