Los presidentes de las patronales CEOE y Cepyme junto con los líderes de UGT y CCOO han reivindicado la importancia del diálogo social bipartito en la firma del nuevo acuerdo para el empleo y la negociación colectiva (AENC), que establece una subida de salarios del 4% en 2023 y del 3% en 2024 y 2025, así como una cláusula de revisión del 1% en función de la inflación.
El texto, rubricado hoy por patronal y sindicatos y sin la presencia del Gobierno, recoge una serie de compromisos y recomendaciones para sus negociadores de convenios colectivos, en el que suelen incluir tanto una senda salarial, como otras materias relacionadas con el empleo, por ejemplo cuestiones relativas a la contratación. No es de obligado cumplimiento, pero sirve de guía a ambas partes cuando se sienten a negociar un convenio colectivo. Las negociaciones estuvieron meses bloqueadas ante la negativa de la patronal a incluir cláusulas de revisión salarial vinculadas al alza de los precios –algo que finalmente sí contempla el acuerdo– y por el rechazo a pactar una subida para el pasado año y que ha quedado fuera del nuevo pacto salarial.
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha puesto en valor el acuerdo: “Esto que hemos firmado hoy por unanimidad es bueno para nuestro país” ha señalado. Asimismo, Garamendi ha vuelto a zanjar el debate sobre la presencia del Gobierno en la firma de este acuerdo, poniendo de manifiesto que se trata de un acuerdo bipartito, fruto de la negociación entre sindicatos y empresarios.
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En esta misma linea, Gerardo Cueva, presidente de Cepyme, ha querido agradecer la colaboración entre patronal y sindicatos como base de la paz social en un momento de incertidumbre económica en la que este pacto garantiza certezas en el ámbito empresarial. Cueva ha puesto de manifiesto la complicada situación que sufren las pymes en un contexto marcado por el aumento desbocado de la inflación, que sumado al incremento de más del 33% de los costes, a la congelación de las ventas y a la subida de tipos, están estrangulando los márgenes de las empresas. “Este acuerdo beneficia a las pymes por la flexibilidad que aporta gracias al dialogo sincero y real entre empresas y sindicatos. Creemos que hay muchas normas que no tienen el cauce de beneficio a la empresa” ha apuntado.
Por la parte sindical, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha definido el pacto salarial como una “gran aportación” a la negociación colectiva, si bien ha indicado que “el gran reto” es que marque un “punto de inflexión” para desbloquear los más de 1.300 convenios colectivos que se encuentran bloqueados. ”Si el acuerdo provoca una recuperación de los salarios, creemos que es el mejor antídoto ante los riesgos y la dificultad económica que todavía amenazan a España”, ha apuntado Sordo. El líder de CCOO ha indicado que, de trasladarse, las subidas salariales hasta 2025 oscilarán entre el 10,33 % y el 13,56 %, y ha puesto en valor que el AENC aborde otras materias laborales que no pueden implementarse únicamente mediante la legislación.
Asimismo, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha subrayado que un momento de crecimiento económico como el actual requería un acuerdo de estas características que permita resolver los convenios colectivos que quedan pendientes. “Este acuerdo va en una buena dirección”, ha apuntado el líder ugetista, que ha hecho hincapié en la recuperación de la cláusula de garantía salarial y las subidas pactadas, “que van a permitir no solo mantener el poder adquisitivo de los salarios, sino recuperarlo.
Puntos del acuerdo
Sindicatos y empresarios declaran en este acuerdo su intención de llevar a cabo, en el periodo 2023-2025, “una política salarial que contribuya de manera simultánea a la reactivación económica, a la creación de empleo y a la mejora de la competitividad de las empresas españolas”. Así, las partes recomiendan subidas salariales del 4% en 2023 y del 3% tanto para 2024 como para 2025, con una cláusula de revisión salarial que, en caso de desviación de la inflación, podría implicar alzas adicionales de hasta el 1% para cada uno de los años del acuerdo (2023-2025), que se aplicarían al inicio del siguiente ejercicio.
Así, si finalizado este año el IPC interanual de diciembre de 2023 fuera superior al 4% de subida salarial recomendada, se aplicará un aumento adicional máximo del 1% con efectos desde el 1 de enero de 2024. En el caso de 2024 y 2025, para los que se aconseja un alza salarial del 3%, la cláusula de salvaguarda con ese 1% adicional se activará cuando el IPC interanual de diciembre sobrepase el 3% y se aplicará al año siguiente, es decir, el 1 de enero de 2025 y el 1 de enero de 2026, respectivamente.
En todo caso, el acuerdo, que consta de 32 páginas, especifica que los negociadores de convenios colectivos deberán tener en cuenta las circunstancias específicas de su ámbito para fijar las condiciones salariales. La idea, precisa el texto, es que las directrices contenidas en el acuerdo puedan adaptarse en cada sector o empresa, cuyas situaciones son “muy desiguales” en crecimiento, resultados o incidencia del salario mínimo interprofesional (SMI), todo ello con el objetivo del mantenimiento y la creación de empleo.
“Un avance en el crecimiento de los salarios donde la realidad económica de los sectores y/o empresas lo permita, contribuirá a aumentar el poder adquisitivo de las personas trabajadoras y a seguir mejorando nuestra competitividad y con ello a preservar y crear empleo”, defienden en el acuerdo. En lo que respecta a 2022, ejercicio que ha quedado fuera del acuerdo, sindicatos y empresarios señalan que en los sectores y empresas donde aún no se han cerrado sus convenios, se afrontarán las negociaciones “buscando soluciones en base a la situación y la realidad de su propio ámbito”.
Al mismo tiempo, los agentes sociales abogan por promover en los convenios una “racionalización” de las estructuras salariales, integrando los principios de transparencia retributiva y de igual retribución por trabajos de igual valor. A tal fin, consideran “deseable” ordenar y simplificar los complementos salariales teniendo en cuenta la perspectiva de género. Asimismo, instan a que los sistemas de retribución variable cuenten con criterios objetivos y se establezca su peso en el conjunto de la retribución. Igualmente, apuntan que se podrán tener en cuenta fórmulas de retribución flexible en la negociación colectiva.
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