El Real Madrid conquistó en La Cartuja su vigésimo título de Copa del Rey tras superar a Osasuna gracias al doblete de Rodrygo Goes y la exhibición ofensiva de Vinícius Junior. No marcó, pero fue vital para que su equipo se llevara un nuevo título a la vitrina del Santiago Bernabéu. Asistió en el primer gol y generó el segundo llegando por enésima vez a línea de fondo. Ni el entramado defensivo que había planteado Arrasate colocando a Moncayola y Rubén Peña en la banda derecha frenó al brasileño, que fue una tortura constante para la zaga rojilla.
No paró de encarar y aprovechar su velocidad para superar rivales y dejar claro que ahora mismo es el jugador más desequilibrante de todos. Frenarle es difícil, casi imposible, sin recurrir a las faltas. Hasta cinco sufrió este sábado por parte de los futbolistas de Osasuna. La cuenta en La Liga se va a 120, el que más recibe del campeonato.
Vínicius se siente desprotegido en España. Considera que los árbitros no pitan todas las infracciones que cometen sobre él y que no amonestan lo suficiente a los rivales que le frenan en falta. Su sensación también la comparte el club. Ancelotti lo ha denunciado en numerosas ocasiones y Florentino Pérez se expresó en la misma línea en Sevilla. El presidente del Madrid pidió protección para su jugador. “Vinícius en su puesto es el mejor del mundo. Cada vez que tiene el balón, todo el mundo se para a ver qué hace. Es difícil pararle y los que le defienden cometen muchas faltas. Hay que defender a los futbolistas que dan espectáculo y hacen el fútbol más bonito”, declaró.
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La polémica estuvo servida desde antes del pitido inicial
El presidente blanco se mostró convencido de que Vinícius sufre tanta cantidad de faltas porque es el futbolista que más desborda. Y razón no le falta: en la fina de Copa fue el hombre que más regates exitosos completó, 9 de 15 intentado. Lo cierto es que la situación, compleja, desborda y desquicia a Vínicius, hasta el punto de convertirle en protagonista por asuntos que nada tienen que ver con la pelota. El brasileño se enreda en rifirrafes con los rivales, los colegiados y hasta la afición.
En Sevilla ya atrajo los focos antes de que el balón echase a rodar. La acción ocurrió durante el saludo entre los jugadores y el cuarteto arbitral. Vinícius estrechó la mano a los futbolistas de Osasuna, pero cuando llegó a los colegiados, pasó de largo. El brasileño optó por no saludar ni a Sánchez Martínez ni a sus asistentes. El gesto no hizo más que evidenciar la tensión y el descontento que mantiene con el estamento arbitral. Nada nuevo, pues Vini ya lo ha dejado claro a través de redes sociales en más de una ocasión.
Encontronazos y celebraciones desmedidas
Tras el gesto del futbolista con los árbitros, Vinícius se vio envuelto sobre el césped en más de una polémica. Primero se las tuvo con David García, tras una caída en el área por la que el jugador rojillo le recriminó una simulación. Ambos se encararon y el de Osasuna le pasó la mano por la cabeza en señal de reprimenda. Algo que molestó a un Vinícius que no dudó en quitar su brazo de encima y exigir respeto. Tras ese primer encontronazo, el brasileño vio como Sánchez Martínez le amonestaba por sus protestas.
Minutos más tarde, llegó un nuevo rifirrafe, este en túnel de vestuarios durante el descanso y con el brasileño y el Chimy Ávila como protagonistas. Ambos futbolistas cruzaron algunas palabras, hasta tal punto de que Lucas Vázquez tuvo que mediar para que la cosa no fuera a mayores.
“No se puede tener el corazón negro”
Tras el encuentro, el argentino reconoció su malestar con Vinícius. “Me enfadó mucho lo que dijo Vinícius durante el descanso. Nacho y Lucas Vázquez me dieron la razón”, dijo el delantero. “Es muy buen jugador, se le protege y me parece muy bien. Pero además de futbolistas, también somos personas y eso es lo importante. Hay que ser buena persona porque puedes ser buen jugador, pero si tienes el corazón negro… El míster y sus compañeros le corregirán”, añadió.
El que vivió con el Chimy no fue el último episodio polémico del brasileño en la final. Tras el segundo gol de Rodrygo, el 20 del Madrid celebró el tanto de manera antideportiva en la cara a Lucas Torró. El jugador, excanterano madridista, le quito hierro al asunto. “No tengo la sensación de que haya faltado el respeto. Vinícius es un gran jugador y juega su partido. En ese sentido no me he sentido ofendido. Creo que es un grandísimo jugador”, zanjó el jugador rojillo. La de la final de Copa fue, simplemente, una noche más de las que vive Vinícius en España: regates y desbordes mezclados enturbiados por el ruido.