Los Reyes se han convertido en los anfitriones del presidente de Colombia, Gustavo Petro, y de su esposa, Verónica Alcocer, que han viajado a España para realizar una visita de Estado. Como es tradición, Felipe VI y Letizia se han reunido con el mandatario y su esposa en diferentes ocasiones, arropándoles y poniendo de relieve las intenciones de ambos países de reforzar los lazos que los unen.
De todos los momentos en los que se han reunido, el más importante ha tenido lugar en el Palacio Real de Madrid, que se ha convertido en el escenario de un banquete de Estado que los Reyes han ofrecido en honor a sus invitados. Una cena en la que Letizia se ha convertido en el centro de todas las miradas, pues hacía un año que no se la veía vestida de gala y, con ello, portando alguna de las joyas históricas que forman parte del joyero de la Casa Real.
De todas las opciones a su disposición, la Reina apostó por su favorita, la tiara floral de Mellerio, llamada así en honor al joyero francés que la creó en el año 1867. Se trata de una pieza de sobra conocida, pues la ha lucido en incontables ocasiones en los grandes eventos, en los que tiene que ejercer de reina, y es que tiene una gran versatilidad.
La mejor prueba de ello está en la cita de este pasado miércoles 3 de mayo, pues Letizia ha reinventado la joya al lucirla como una diadema. Colocándola más atrás de lo habitual, encima del pelo, que llevaba suelto, ha logrado un efecto rejuvenecedor a la vez que ha modernizado esta alhaja histórica.
Creada en el siglo XIX
La que es considerada como la pieza preferida de Letizia del joyero de pasar tiene una gran historia tras de sí. Llegó a la Casa Real española de manos del dictador Francisco Franco, que se la regaló a la reina Sofía con motivo de su boda con Juan Carlos I y en nombre del pueblo español. Si bien no hay certeza sobre sus orígenes, se cree que fue fabricada en el siglo XIX en Rusia.
Destaca por su polivalencia, pues es una tiara compuesta por cinco flores que se desmontan y se pueden convertir en diferentes joyas, desde un collar hasta broches.
Letizia no es la primera mujer de la Familia Real que la ha lucido. La primera en hacerlo, como no podía ser de otra manera, fue la reina Sofía, que la lució en la cena previa a su boda con Juan Carlos en forma de gargantilla. Años después la llevó la infanta Cristina, que la llevó como como uno de los complementos que usó durante su boda con Iñaki Urdangarin. La infanta Elena, por su parte, la lució en varias ocasiones durante su juventud.
Sin embargo, desde que las hermanas de Felipe VI dejaron de formar parte de la Casa Real, pasando a ser miembros de la Familia del Rey, quien la ha llevado casi en exclusiva ha sido la reina Letizia.
Si bien la tiara Floral se convirtió en el centro de las miradas, especialmente por la original forma en la que la llevó Letizia, no fue la única joya que lució durante la cena en honor al presidente de Colombia. La reina llevó también un broche histórico, confeccionado con diamantes, y que perteneció a la reina regente María Cristina de Austria, bisabuela de Juan Carlos I.
Ella se la legó a su hijo, Alfonso XIII, quien a su vez se la dejó a su primogénito Juan de Borbón, quien se la regaló a su esposa, María de las Mercedes de Borbón, la madre del rey Juan Carlos. De sus manos pasaron a las de la reina Sofía, que la llevó en incontables ocasiones, como durante la boda de Felipe y Letizia, en 2004, cuando lo usó para sujetar su mantilla.