Carlos Alcaraz sigue dando pasos para conseguir su segundo doblete consecutivo Godó-Madrid y dar un golpe sobre la arcilla. El número 2 del mundo está a tres partidos de lograr en la Caja Mágica lo que ya hizo en Barcelona hace dos semanas: revalidar su corona. Significaría su exaltación sobre la tierra batida. El rendimiento del tenista en la superficie por excelencia para el tenis español es prácticamente perfecto en lo que va de año. Tres finales en los tres torneos en los que ha participado (Buenos Aires, Río de Janeiro y Godó), 13 victorias en 14 partidos y su candidatura para repetir resultado en la capital española más que presentada.
Sería su cuarta final este año bajo dicha superficie y, a la espera de ver cómo se resuelven los problemas físicos de Rafa Nadal y Novak Djokovic, Alcaraz estaría entre los favoritos para conquistar Roland Garros. Así lo dictaminan los grandes resultados obtenidos en tierra batida que han ido dando a Carlos Alcaraz la confianza necesaria para afrontar los partidos un paso por delante de sus oponentes: “Cuando físicamente me encuentro bien, sé que los rivales tienen difícil ganarme. No me siento ni mejor ni superior a nadie, pero tengo claro que tienen que jugar a un nivel alto para ganarme”, afirmó el tenista español tras acceder a cuartos de final.
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Se queda ‘solo’ en Madrid
En la antepenúltima ronda del torneo, Carlos se enfrentará al ruso Karen Khachanov, actual número 12 del ranking ATP y verdugo de Bautista en segunda ronda y Rublev en octavos de final. Un partido que, teniendo en cuenta el ranking de cada tenista clasificado para cuartos, es el más enocionante. El rival de Alcaraz o Khachanov en semifinales saldrá del enfrentamiento entre Altmaier y Coric, números 92 y 20 del mundo respectivamente. En el otro lado del cuadro se encuentra el otro tenista Top 10 que ha sido capaz de llegar hasta cuartos, Stefanos Tsitsipas.
El griego, cuarto del mundo, se medirá ante Struff, número 65 del ranking. Aunque sin duda el duelo con una clasificación más baja es el que enfrentará el jueves a Zhang y Karatsev. Ambos tenistas se medirán en cuartos tras dar la sorpresa en la ronda anterior eliminando a rivales superiores a ellos sobre el papel. Zhizhen Zhang, número 99 del mundo, se convirtió en el primer chino que llega a unos cuartos de final de un Masters 1000 tras superar a Taylor Fritz. Mientras que Karatsev, 121 del ranking, se deshizo en dos sets de Medvedev.
Sendas eliminaciones han dejado a Carlos Alcaraz y Stefanos Tsitipas cómo únicos representantes del Top 10 del ranking mundial. Por el camino se quedaron Casper Ruud y Félix Auger-Aliassime, ambos eliminados en primera ronda. También Holger Rune, derrotado por el español Davidovich en segunda ronda, y los mencionados Rublev, Fritz y Medvedev. A dichas eliminaciones hay que sumar las ausencias en el Masters 1000 madrileño de Rafa Nadal, Novak Djokovic y Jannik Sinner por molestias físicas. Siendo estos dos últimos integrantes del Top 10.
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Alcaraz, de menos a más
Lo que antes del inicio del torneo se vislumbraba como un cuadro potente para Alcaraz quedó claro en el primer set que disputó el tenista español en esta edición de Madrid. De hecho, lo perdió ante el finlandés Ruusuvuori, cuyo primer servicio fue un dolor de cabeza para Carlos en la primera manga. Las dificultades para el español se extendieron hasta mediados del segundo set, momento en el que, con un juego abajo, salvó hasta cinco bolas de break y evitó que el nórdico se escapara en el marcador. A partir de ese instante, el partido cambió. Alcaraz comenzó a ser más preciso y se mostró arrollador para remontar y llevarse el partido.
En la siguiente ronda esperaba Dimitrov. Actual número 32 del ranking, 3 en su momento. Tras el susto en primera ronda, Carlos se afinó ante el tenista búlgaro: “Había muchas cosas a mejorar tras el debut. Soy un tenista que aprende de sus errores”, comentaba Alcaraz al final del partido. Y vaya si aprendió. Inició el partido rompiendo el servicio a su rival, al que no dio opción en el primer set. Más igualado estuvo el segundo, pero Dimitrov no pudo con la mejora del tenista español. Entonces, Alcaraz accedió a octavos de final, donde se topó con Zverev.
El público de la Caja Mágica vivió una reedición de la última final. Pese a las previsiones de Carlos, que esperaba “un partido muy distinto al del año pasado”, el duelo tuvo el mismo guion y desenlace. Es decir, Alcaraz arrollando a Zverev. Esta vez incluso permitiendo al alemán ganar un juego menos. 6-1 y 6-2 tras poco más de una hora de partido. No hubo color. “Este resultado no es nada normal, Zverev es un gran jugador. Lo normal hubiera sido un partido ajustado”, explicó Alcaraz tras clasificarse para cuartos de final dejando una sensación de inmensa superioridad. La misma que está siendo tónica habitual este año. Acelera un Alcaraz que está a tres partidos de revalidar su corona en Madrid y extender así su hegemonía en la tierra batida.