De haber cumplido con la normativa que obliga a transportar a los bebés sentados en una silla especial en el asiento trasero de los coches, Pedro V.S -como lo ha identificado la policía- no habría protagonizado el atropello mortal en el que dos ancianos perdieron la vida este jueves. Esa fue la razón por la que la Guardia Civil quiso, pasado el mediodía, detener el Mercedes Benz clase C plateado en el que viajaba el conductor junto a su pareja, en cuyos brazos llevaba a su hija de ocho meses, y un tercer acompañante varón, cuando circulaba por la carretera M-406 del sur de Madrid, a la altura de la localidad de Leganés.
Quizá fue el miedo a ser multado, el saberse sin carné de conducir, los cuatro catalizadores de vehículos robados que guardaba en el maletero o una mezcla de todo eso lo que llevó a Pedro, delincuente reincidente de 31 años y con dos requerimientos pendientes en los juzgados, a desobedecer la orden de alto y emprender una huida a lo largo de 25 kilómetros por las autovías M-50 y A-5 que terminaría trágicamente en el Paseo de Extremadura.
En esa concurrida avenida madrileña, principal vía del distrito de Latina, Pedro atropelló y mató a dos hombres, de 71 y 82 años, en su intento de llegar al puente de Segovia y cruzar a la otra orilla del Manzanares. A uno de los ancianos lo embistió a la altura del número 154, al otro unos 600 metros calle abajo, en el número 90. A su paso, el turismo color plata también dejó cinco heridos, entre ellos, un matrimonio de 65 años con contusiones en la cadera y la rodilla, una mujer de 90 años que debió ser trasladada al hospital y otra persona que debió ser atendida por un episodio de ansiedad.
Varios testigos del hecho aseguraron que las víctimas se encontraban cruzando la calle por el paso de cebra o en la acera a la espera de poder hacerlo. “El coche iba con mucha velocidad. Al menos he visto que ha atroplleado a varios seguidos sin detenerse. La gente estaba muy asustada, sobre todo al ver a tanta gente tirada en la calzada”, detalló un transeúnte a la Cadena Ser.
Ocho horas prófugo
Tras los atropellos, el parabrisas del coche quedó notablemente dañado y Pedro, al ser interceptado por un patrullero que le impidió el paso, decidió abandonar a sus acompañantes y continuar huyendo a pie. Su pareja y el otro hombre, ambos también con varios antecedentes por robo y daños al patrimonio, fueron detenidos rápidamente por la policía y la niña quedó al cuidado del Samur Social.
Con el paso de la tarde, la fotografía de Pedro V.S ya ilustraba las crónicas de todos los programas de televisión y la Policía Nacional y Local dispusieron de un importante operativo para darle caza. Los agentes lo buscaron no solo por los alrededores del barrio donde acontecieron los hechos sino también en Fuenlabrada, su localidad de residencia y desde donde opera la banda criminal de la que forma parte, y el barrio madrileño de Puente de Vallecas, donde vive su madre.
Tras casi ocho horas en paradero desconocido, alrededor de las 20h, el autor del atropello decidió entregarse a la comisaría de la Policía Nacional del distrito de Latina. Él y sus acompañantes tendrán ahora que dar explicaciones por los presuntos delitos de desobediencia y homicidio.