La Euroliga castiga la pelea entre Madrid y Partizan con 5 partidos a Yabusele, 2 a Punter y uno a Deck y Lessort

La pelea entre los jugadores del Real Madrid y del Partizan de Belgrado que tanto ha manchado el baloncesto en particular y el deporte en general ya tiene consecuencias. La Euroliga prometió dictar sentencia en apenas 24 horas sobre un suceso que ha avergonzado a todos y ha cumplido este viernes, cuando se ha dado a conocer el veredicto de su Juez Disciplinario en forma de sanciones. Como era de esperar, el peor parado es Guerschon Yabusele, que estará cinco partidos fuera de las pistas.

Tras él, el castigo más alto se lo lleva Kevin Punter, con dos partidos de sanción. Por último, Gaby Deck y Mathias Lessort deberán ausentarse de las pistas un encuentro cada uno. Además, Real Madrid y Partizan han sido multados con 50.000 euros por cabeza debido a los incidentes. Una vez conocida la posición de la Euroliga (que no se puede recurrir), resta por saber qué decidirá el Madrid.

A pesar de que hubo hasta 21 descalificados hace unas horas (10 del Madrid y 11 del Partizan), sólo 4 jugadores, 2 locales y también 2 visitantes, han sido represaliados por la Euroliga. Con la Final Four en el horizonte, cabe la posibilidad de que a los serbios les interese más de lo previsto alargar la serie: con un 0-3 a su favor, Punter, máximo anotador del Partizan, tendría que cumplir parte de su sanción en la gran cita de Kaunas.

Lo que está claro es que el Madrid pierde a Yabusele para lo que le quede de temporada europea y a Deck para el tercer encuentro de los playoffs, del que también se quedan fuera, en las filas del Partizan, Punter y Lessort. Si hubiese un cuarto choque, Deck y Lessort ya volverían a estar disponibles, con Punter reincorporándose en un hipotético quinto y decisivo partido.

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Las hostilidades se desencadenaron cuando quedaba 01:40 para la conclusión del segundo choque de la serie de playoffs de la Euroliga que disputan Madrid y Partizan. Todo comenzó a raíz de una falta de Sergio Llull sobre Kevin Punter, cuya dureza no gustó nada al segundo, que no dudó en encararse con el menorquín. A partir de ese momento, la situación no paró de descontrolarse: golpes y empujones varios, puñetazos, una piña inmensa y amenazante con jugadores de ambos equipos...

En medio de la violencia reinante, la acción más deplorable la protagonizó Guerschon Yabusele. El interior madridista, totalmente descontrolado, decidió acercarse hasta Dante Exum para hacerle una llave al más puro estilo pressing catch. Su movimiento, de todo menos vinculado a la canasta, acabó con el jugador del Partizan noqueado en el suelo y doliéndose del pie: abandonó cojeando la pista de un WiZink Center madrileño del que se marchó directamente en muletas y con un tendón roto en un dedo.

El inmenso revuelo generado obligó a los árbitros a parar el partido de inmediato y a intentar revisar con cierta calma lo que había sucedido. El suspense y los rostros cariacontecidos, imaginando el nefasto devenir futuro por lo ocurrido, sobrevolaron la calle Goya durante unos minutos eternos. El daño ya estaba hecho y el partido, más que empañado. Nadie sabía dónde meterse, con un Yabusele vestido de calle, tras ser expulsado de forma fulminante, observando desde la distancia un escenario de los hechos ya totalmente desbaratado.

Así pues, el encuentro se dio por finalizado antes de tiempo, con el triunfo del Partizan más que asegurado antes de que la pelea se desencadenase y el Madrid contra las cuerdas, al ir 0-2 por debajo en la eliminatoria: debe ganar sí o sí el próximo martes en Belgrado para no despedirse de la máxima competición europea de la canasta por esta temporada.

“Tenemos que pedir perdón a todos los aficionados del baloncesto. Es algo que no se tiene que ver. Con pulsaciones altas, a veces hay errores, y hoy es uno de ellos. Ellos nos consideran un equipo amigo y son un equipo que siempre nos ha cuidado mucho. La tensión tiene que quedarse en lo de hoy, esperemos que todos los jugadores estemos bien para el baloncesto para que la gente disfrute de la Euroliga y que no vuelva a pasar esto”, se lamentó Rudy Fernández.

Por su parte, el entrenador del Partizan, Zeljko Obradovic, fue aún más contundente: “No puede pasar esto nunca más”. “Quiero que se hable de baloncesto, no quiero que se hable de esto. Tengo amigos aquí y gran respeto para todo el mundo. Cuando lleguemos a Belgrado, voy a intentar calmar a toda la gente que reciba al Real Madrid. Que no vayan a hacer nada. Cada día voy a repetir esto. Necesitamos hablar de baloncesto. Cuando se habla de baloncesto, no hay nada mejor”, añadió el nueve veces ganador de la Euroliga.

Tras protagonizar la peor imagen de todas en la pelea y antes de conocerse su sanción, Yabusele empleó las redes sociales para pedir disculpas por lo sucedido. “Me arrepiento de forma total de mi comportamiento en nuestro partido de anoche. El baloncesto se basa en la deportividad y la amistad. Mis más sinceras disculpas al Partizan, un club con el que siempre he mantenido una gran relación, a Dante Exum y a su familia, a mis compañeros, a mi club y a todos los aficionados”, expuso el jugador francés en Instagram.

Su llave sobre Exum fue la gota que colma el vaso tras varias polémicas previas sin castigo. El curso pasado, la inoportuna salida nocturna en Atenas en plena mala racha del Madrid (no acabó con su crédito en el equipo, pero sí con el de Thomas Heurtel y Trey Thompkins) y el enfrentamiento con un árbitro en la última final de la ACB. Esta misma campaña, el gesto obsceno a la afición del Baskonia en Vitoria. Precedentes peligrosos para lo que estaba por venir. Ahora ya no hay vuelta atrás y los días de Yabusele en la capital española pueden estar contados si en Concha Espina aplican mano dura.