La polémica por la situación de Doñana ha saltado del ámbito nacional para instalarse en el europeo. El punto de partida de la situación se encuentra en la Junta de Andalucía y en la propuesta de ley sobre los regadíos del parque natural presentada por el Partido Popular y por Vox. Se trata de una medida que ampliará la zona regable de Doñana, así estas fincas podrán utilizar, tras la aprobación de la proposición, aguas superficiales para regarse.
Finalmente, el pasado día 12 de abril y a pesar de la polémica, el Parlamento andaluz dio luz verde a la iniciativa. Tras la aprobación, Juanma Moreno defendió la propuesta sobre el regadío alegando que era la “única alternativa para sacar de ilegalidad” a miles de agricultores y para proteger a Doñana. Además, destacó que no autorizaría ninguna extracción de aguas del acuífero de Doñana, el cual ya estaba mermado por los pozos ilegales y la sequía.
A partir de ese momento, un aluvión de criticas cayó sobre el presidente de Andalucía por haber aprobado dicha disposición, ya que la oposición no dudó en reprocharle la medida. Incluso una diputada de Adelante Andalucía, Maribel Mora, volcara un vaso con arena en el escaño de Juanma Moreno como protesta.
La polémica llega al ámbito nacional
Muchas de estas críticas proceden del Gobierno central, donde la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, afirmó: “Desde su arrogancia de señorito está haciendo un daño inmenso a los andaluces”. Por su parte, el titular de Presidencia, Félix Bolaños, aseguró que el PP estaba “fuera de control”. Tras estos reproches por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez, el líder de los populares, Alberto Núñez Feijoo, no dudó en salir en defensa del presidente andaluz.
Así, dijo que el Gobierno había “traspasado otra línea con sus insultos” y cargó contra ellos por no hacer nada en Doñana. “El Gobierno de España, en vez de sentarse, hacer las infraestructuras o buscar soluciones para esas familias, ha traspasado otra línea al llamar señorito soberbio al presidente legítimo de la Junta y considerar que Andalucía es una esquinita. Sobra soberbia y faltan soluciones”.
El enfrentamiento entre PSOE y PP por Doñana en Europa
Este intercambio de críticas se produjo en medio de los avisos procedentes de Bruselas, quienes amenazaron a España con elevadas sanciones por no haber cumplido con la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE de 2021. En este sentido, el comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, destacó que la comisión estaba “profundamente preocupada porque la legislación andaluza planteada, si se aprueba como se ha propuesto, podría degradar el humedal protegido de Doñana”.
Unas declaraciones que no sentaron nada bien ni al Partido Popular en España ni a los populares que se encuentran en Europa. Así, el presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber, acusó a la Comisión Europea de “hacer campaña” por Pedro Sánchez. En concreto, aseguró: “Tengo que ser muy claro: vemos al comisario con una camiseta roja para hacer campaña para Sánchez y no presentándose como alguien que busca soluciones en este nivel”. Además, calificó como “inaceptable” el comportamiento de Virginijus Sinkevicius.
Ursula von der Leyen entra en escena
En medio de la polémica la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, salió en defensa de su comisario de Medio Ambiente, tras los ataque proferidos por la bancada del PP europeo. “La Comisión está cumpliendo su papel de gestión de un expediente en base a la legislación en vigor, hay decisiones de la justicia en esta materia, y se mantiene estrictamente en su papel institucional”.
Por su parte, el portavoz de Medio Ambiente, Adalbert Jahnz, defendió que el papel de la Comisión sobre el caso Doñana es “estrictamente institucional” y que su rol de “guardián imparcial”.