Todos los hijos ‘secretos’ del rey Juan Carlos: del fallecido Albert Solà a la desconocida Alejandra

El libro ‘King Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos’ desvela la existencia de una nueva descendiente del rey emérito

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Juan Carlos I en el
Juan Carlos I en el acto conmemorativo del 40º aniversario de la Constitución de 1978, el 6 de diciembre de 2018.

El adelanto del libro ‘King Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos I’ (editorial Libros del K.O.), que se publica en mayo y está escrito por José María Olmo y David Fernández -este último periodista de Infobae-, ha puesto en jaque a la Casa Real española. En él se revela el secreto mejor guardado de la antigua familia real: la existencia de una hija secreta del rey Juan Carlos.

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Esta mujer, que se llama Alejandra y nació entre finales de los años 70 y principios de los 80, sería la cuarta heredera del emérito. Su existencia ha sido confirmada por tres personas, tal y como se revela en la publicación, y de ella se conoce que pertenece a una familia aristocrática. Cuando ella nació, su supuesto padre biológico tenía más de 70 años, pero nadie sospechó que no fuera hija suya.

Sobre su madre se revela que fue una mujer muy conocida en la década de los 70 y tan influyente que llegó a acaparar portadas en las revistas del corazón. Musa de un conocido diseñador de alta costura, se relacionaba en los mejores círculos sociales y era habitual verla en los eventos de moda o las fiestas más exclusivas. Habría conocido a Juan Carlos en su juventud, pues compartían amigos y la pasión por la caza.

Juan Carlos I cuando era
Juan Carlos I cuando era príncipe junto a doña Sofía y sus hijos Elena, Felipe y Cristina en una foto tomada en 1969.

Alejandra creció sin saber quién era su padre biológico y, cuando se lo dijeron, optó por guardar el secreto, continuar con su vida y no reclamar ningún tipo de derecho sucesorio. A día de hoy está casada, tiene un hijo y se dedica al mundo de la moda. Ha prestado su imagen a reconocidas firmas y también ha hecho alguna incursión en la comunicación, según se sabe de ella, le apasionan la música, la cultura y los viajes.

Pese a la gran sorpresa de esta noticia, esta joven, de la que no se ha desvelado su identidad completa para preservar su privacidad, no sería la única hija que el rey Juan Carlos tuvo fuera del matrimonio. Desde hace décadas han sido varias las personas que han asegurado ser descendientes suyos, fruto de relaciones extramatrimoniales.

Albert Solá

El catalán Albert Solà afirmó
El catalán Albert Solà afirmó durante décadas ser hijo biológico de Juan Carlos I.

Catalán de nacimiento, Albert Solà es quizás el más conocido y mediático de todos los nombres que han asegurado ser hijos de Juan Carlos I. Falleció de forma fortuita en octubre del pasado año a causa de un infarto de miocardio y durante décadas demandó un reconocimiento que jamás logró.

Según narró en reiteradas entrevistas era huérfano y fue adoptado por unos campesinos. Con el paso de los años, a través de comentarios, conoció que era hijo del rey emérito. Acudió a los tribunales para demostrar su filiación con la familia real, pero el Tribunal Supremo no admitió a trámite su demanda.

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Su muerte fue muy sorprendente, pues unos días después tenía previsto acudir al programa ‘¿Quién es mi padre?’, de Telecinco, donde se iba a tratar su presunta relación filial con Juan Carlos I.

Ingrid Sartiau

Ingrid Sartiau.
Ingrid Sartiau.

Nacida en Bélgica en el año 1966, Ingrid Sartiau también lleva años asegurando ser hija ilegítima del emérito, aunque fue en el año 2015 cuando su caso saltó a la luz al reclamar ante los tribunales su filiación. Pese a que la sala admitió a trámite su demanda, unos meses después el Supremo decidía finalmente no admitirla al considerar que sus alegaciones contenían contradicciones y una prueba de ADN que no era aclaratoria.

Pese a ello, siempre ha mantenido su versión y sigue insistiendo en ser hija de Juan Carlos I. Lo hace especialmente en su perfil de Instagram, donde debajo de su nombre se puede leer ‘El Rey Juan Carlos’. En la cuenta no solo comparte fotografías de su entorno, también del hombre al que considera su padre, al que incluso felicitó por su 85 cumpleaños, el pasado 5 de enero.

Alexander zu Sayn-Wittgenstein

El rey Juan Carlos y
El rey Juan Carlos y Corinna Larsen.

En su caso, está demostrado que el rey Juan Carlos no es su padre biológico, pero Alexander zu Sayn-Wittgenstein merece una mención especial. El hijo de Corinna Larsen y el príncipe Casimir zu Sayn-Wittgenstein consideró durante años al rey Juan Carlos como su padre, tanto que le llamaba “papá”.

Así lo aseguró la empresaria alemana en el podcast ‘Corinna y el Rey’, en el que desveló cómo era la relación entre su vástago y su por entonces amante. “Le consentía hasta más que a sus hijos. Decía por aquel entonces que estaba muy ocupado y que, probablemente, no había sido un padre muy ocupado por sus hijos, pero disfrutó mucho ejerciendo este papel con Alexander. Él le cambiaba, le ayudaba a vestirse, le enseñaba muchas cosas”.

Otros dos casos

Si bien estos son los casos más conocidos, la periodista Pilar Eyre ha llegado a afirmar que hay más nombres. En un vídeo publicado en su canal de YouTube la comunicadora reveló la existencia de otros vástagos secretos de Juan Carlos I.

Una de ellas, según Eyre, sería María José de la Ruelle, una francesa que en el año 2002 aseguró ser fruto de un romance entre el rey y su madre, María Gabriela de Saboya. Tal y como recuerda Pilar, en 2011 presentó una “reclamación de paternidad en los tribunales franceses, que la admitieron, o sea que vieron verosimilitud en todo lo que contaba y se tuvo que pronunciar Zarzuela y dijo que era una difamación, que no era cierta. Como no se volvió a hablar del tema, pues yo creo que se debió llegar quizá a un acuerdo extrajudicial”.

Otra de las descendientes del emérito sería una mujer llamada Paola, hija de la condesa Olghina de Robilant, quien en una entrevista aseguró que “don Juan Carlos, el rey de España, es el padre de mi hija Paola”. “Dijo que se había quedado embarazada de don Juan Carlos y que no había querido decirlo para no perjudicar su estatus político y familiar en ese momento”, añade la periodista.

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