Rafael Cobos (’El hijo zurdo’): “El concepto de madre coraje me parece de lo más trasnochado”

El guionista de ‘La isla mínima’ da un paso más en su carrera al convertirse en creador en solitario de una miniserie sobre las relaciones materno-filiales para Movistar+

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María León en 'El hijo zurdo', de Rafael Cobos
(Julio Vergne)
María León en 'El hijo zurdo', de Rafael Cobos (Julio Vergne)

La maternidad. Ese lugar que puede ser un campo repleto de luz, pero también un camino lleno de espinas. El miedo, la culpa, parece que se instalan desde el inicio para abrir todo un abanico de interrogantes, muchos de ellos relacionados con la herencia que podemos traspasarles a esos niños, no tanto genética, sino relacionada con nuestras propias inseguridades, nuestros errores cometidos, las decisiones que se toman en torno a su educación, a su crianza, a las relaciones y las dinámicas, a menudo tóxicas, que se establecen en el seno del núcleo familiar. Demasiadas responsabilidades, muchas que exceden nuestros propios límites.

Cuando Rafael Cobos leyó El hijo zurdo, la novela de Rosario Izquierdo, sintió que todas esas cuestiones le interpelaban. La maternidad, la paternidad, el hecho de conocernos mejor mejor o no a través de los hijos, y cómo todo eso puede modificarnos la vida, para bien... o para mal.

Relaciones materno-filiales al límite

La protagonista de esta historia se llama Lola (María León) y se encuentra sumida en una depresión. Hace mucho tiempo que no es feliz y su matrimonio se rompió hace años, aunque de cara a la galería sigan conviviendo juntos. Su marido es político y sus dos hijos se han criado en un clima sin afectos ni demasiados arraigos. Lola bebe y toma muchas pastillas. Y, de pronto, una llamada que lo cambia todo. Su hijo adolescente, Lorenzo (Hugo Welzel) está en la comisaría después de haber agredido a otro chico. Será cuando Lola se entere de que pertenece a un grupo de tendencias neo-nazis. Y ahí empezará todo.

“Es curioso, porque si estableciéramos un debate con la autora de la novela, creo que nos pondríamos de acuerdo en muy poco y, sin embargo, ambos sentimos que su perspectiva y la mía son complementarias, están cosidas entre sí”, cuenta Rafa Cobos a Infobae España. “A ella le interesaba más el hecho de que una mujer descubriera que su hijo se había convertido en una especie de supremacista blanco, y a mí la relación de incomunicación que se establece entre ellos. Para mí el personaje de la madre resultaba fundamental, el de una mujer que llevaba mucho tiempo metida en una vida que no era la que quería y con unas limitaciones emocionales terribles”.

Las malas madres

En el caso de Lola y Lorenzo la comunicación se había perdido. Pero, de alguna manera, ella sentirá que tiene la culpa de todo, como si hubiera algo dentro de sí misma que no funciona y que ha traspasado a su hijo. Ella es zurda, él también. La herencia maldita. “Están marcados bajo un mal signo, o eso es lo que creen”, continúa. Y ahí entra también la culpa congénita que conlleva la maternidad. “Lola es portadora de todo eso, piensa que es una mala madre, una mala amante, una mala compañera. Además, se lo echan en cara. Y todo pasa por ese grado de exigencia que nos impone la propia sociedad, que nos dice cómo las mujeres tienen que ser buenas madres. ¿Por qué una madre tiene que ser perfecta? El concepto de madre coraje me parece de lo más trasnochado”, apunta Cobos.

María León en 'El hijo zurdo', de Rafael Cobos (Movistar+)
María León en 'El hijo zurdo', de Rafael Cobos (Movistar+)

Hacía tiempo que consideraba la idea de asumir un proyecto en solitario después de haber estado durante la mayor parte de su carrera formando tándem como guionista para los proyectos de Alberto Rodríguez. Cuando descubrió esta historia, pensó que podía asumirla, aportar su visión y sentirse cómodo al mismo tiempo. Así que se lanzó. Tuvo claras varias cosas, que era un texto muy intenso y que los capítulos no podían durar 50 minutos, tenían que ser más cortos, más sincréticos, porque si no, la atmósfera iba a ser muy densa e irrespirable. “La propia historia exigía que fueran cápsulas muy pequeñas que funcionaran a modo de descargas eléctricas, a poder ser con un ritmo frenético, manejando la tensión, que todo fuera al tuétano para quedarnos solo con lo indispensable”.

Reformular el melodrama a través de nuevos ritmos

También tenía claro que la cámara tenía siempre que estar muy pegada al cuerpo y al rostro de María León, estar “encima de ella” para captar cada una de sus pulsiones. A través de ella, de su figura, Rafael Cobos quería, de alguna manera, modernizar el melodrama clásico como elemento de catarsis. Lo hace no solo a través del estilo visual, sino también gracias a la banda sonora, que compone Julio De la Rosa y a las canciones, temas que reforman también la idea del flamenco a través de ritmos más tecno o ‘hip hoperos’, con artistas como Bronquio, Rocío Márquez, Nita o Dalila.

El hijo zurdo se alzó en la pasada edición de Cannes series como la mejor ficción corta, figurando como presidentes del jurado Javier Calvo y Javier Ambrossi. Un logro que la sitúa como favorita en la próxima temporada de premios.

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