Lluvia de críticas a Joana Sanz por acudir a la discoteca en la que Dani Alves cometió la supuesta violación

Joana Sanz continúa enfocada en seguir con su vida tras la detención de su marido, Dani Alves, quien permanece en prisión desde el pasado mes de enero por presuntamente haber violado a una mujer en una discoteca de Barcelona. Tras abandonar las redes sociales a comienzos de abril para intentar pasar desapercibida en medio del escándalo, la modelo regresaba hace apenas unos días con la publicación de un vídeo a través de una story que la ha convertido en objeto de las críticas. En él, se la podía ver de fiesta en la discoteca Sutton de Barcelona, la misma en la que su expareja presuntamente habría realizado la agresión sexual y donde una de sus amigas, la también modelo Sandra Tabarés, celebró su cumpleaños.

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“Gracias por levantarme del suelo y llenarme de vitalidad de nuevo. Seguimos sumando momentos. En las duras y en las maduras”, escribió junto a la imagen, en la que aparecía besándose con su amiga y bailando con ella. La publicación no pasó desapercibida y Sanz recibió una lluvia de críticas por haber acudido al mismo local que ocio en el que se habría cometido el delito.

Ante la cantidad de mensajes recibidos, la modelo decidió realizar una nueva publicación para defenderse: “Tengo derecho a salir, a disfrutar, a seguir con mi vida, ya que no he hecho nada malo y mi vida continúa”, contestó tajante. Además, aprovechaba para desvelar el motivo por el que compartió esa publicación, y es que sabía que su visita a la polémica discoteca iba a salir a la luz. “El otro día publiqué el cumpleaños de mi amiga Sandra porque yo ya sabía que alguien por ahí se me quería adelantar publicando un vídeo disfrutando de su cumpleaños, como cualquier otra amiga haría”, añadió.

Los primeros días tras la detención de Dani Alves, el pasado 20 de enero, fueron muy complicados para Joana Sanz, que en los días previos le defendió con ferocidad en las redes sociales. “Yo he visto muchas veces cómo mujeres se acercan al reservado, atrevidas, a intentar algo con mi marido en mi cara. Si lo hacen en mi presencia, no me quiero imaginar cuando yo no estoy. Yo sé quién es mi marido, yo sé cómo le conocí, yo sé lo respetuoso que es porque ni cuando me estaba conociendo a mí me faltó al respeto”, llegó a escribir.

Sin embargo, el paso de los días, los cambios constantes del futbolista en sus declaraciones y el testimonio de la supuesta víctima hicieron cambiar de opinión a la canaria. El 15 de marzo anunciaba su separación a través de una extensa carta manuscrita que compartía en su perfil de Instagram. “Me quedo con lo mágico y cierro una etapa de mi vida que comenzó el 18/05/2015. Doy gracias por las oportunidades y el aprendizaje”, escribía en el texto, en el que definía a Alves como “una persona que ante mis ojos era perfecta”, que siempre la apoyó en todo y que finalmente la “rompió en mil pedazos”.

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“Lo amo y lo amaré siempre, quien diga que el amor se olvida se está autoengañando o no amó de verdad. Pero yo me amo, me respeto y me valoro mucho más a mí misma”, seguía Joana, que decidía “perdonar”.

La detención y posterior ruptura con Dani Alves no ha sido el único momento trágico al que Sanz se ha tenido que enfrentar en lo que va de año. El pasado 12 de enero comunicaba la muerte de su madre a causa de un tumor que tenía en el útero. Un trágico final que denunció abiertamente, pues en su opinión su progenitora no fue atendida como se debía a causa de su enfermedad mental, pues fue ingresada en psiquiatría en vez de en ginecología.

Si bien finalmente recibió la atención adecuada gracias a que ella pudo “usar sus contactos”, no fue suficiente. “Mi madre firmó para operarse el 29 de noviembre, no le dieron quirófano hasta el 17 de enero. Demasiado tarde. (...) Parece ser que por su enfermedad mental no valía la pena salvarle la vida. Espero que disfrutaran de la Navidad con mis impuestos mientras mi madre, como muchos otros, se moría lentamente a la espera de una operación”, terminaba Joana Sanz.