El presagio del influencer y bombero que cenó en el restaurante incendiado de Madrid: “Cuidado con lo que hacéis”

“Finísima lámina de guanciale, cecina ahumada, tomate, mozzarella y un salami picante que era puro fuego”. Así describía en su cuenta de Instagram el influencer gastronómico Dani Sanz, más conocido como Purogocheo, a la pizza “Inferno carnívora”, a la que la investigación policial señala como causante del incendio del restaurante Burro Canaglia, en el que murieron dos personas y otras ocho resultaron heridas.

“Cuidado con lo que hacéis, no hagamos trabajar a los bomberos de más”, advertía en el reel Sanz mientras se aprecia cómo era el proceso de flambeado del plato directamente en la mesa del comensal, al que el influencer denominó “infierno picante”.

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El triste presagio de Sanz, que cuenta con casi 60.000 seguidores, respondía no solo al show con fuego en sí, sino también a que, según explica a Infobae España, él mismo es bombero y fue un comentario que incluso compartió con el dueño del establecimiento. De hecho, Sanz forma parte de la dotación del cuartel de bomberos próximo al local de comida italiana, que fue el encargado de extinguir las llamas y auxiliar a los clientes.

Esa noche, sin embargo, el influencer no estaba de servicio y fueron sus compañeros quienes debieron combatir el fuego. “Lo pasaron bastante mal -asegura-. Cuando fui allí, el espacio y el pasillo era grande, pero con las condiciones del incendio y lo que se podía ver o no, cambió todo”.

El bombero, que cenó en dos oportunidades en el restaurante siniestrado, destacó que en ambas oportunidades degustó la pizza flambeada, que “estaba muy buena” aunque en su crítica en sus redes sociales subrayó que dudaba que la misma fuera “para todos los públicos”.

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Además, destacó en las dos ocasiones el camarero que la sirvió actuó de forma profesional y con sumo cuidado a la hora de realizar la técnica culinaria con fuego, “haciéndolo lejos de las posibles fuentes de ignición”. Sanz no se explica qué pudo fallar el viernes pasado, pero afirma que él nunca tuvo la impresión de que en el local pudiera ocurrir “algo tan grave”. No obstante, fiel a su oficio, Sanz recuerda que “siempre que hay fuego, hay riesgo”.

De acuerdo a las primeras pesquisas de los investigadores, la “inferno carnívora” prendió vegetación artificial abundante con la que estaba decorado todo el techo del salón del establecimiento, lo que facilitó a su vez la rápida propagación del fuego. La hipótesis que se maneja es que la pizza nunca llegó a la mesa y que el incendio se desató en su recorrido desde las cocinas al lugar donde la aguardaba el cliente.

Los bomberos municipales sostienen que el fuego se inició en la entrada del establecimiento, la única puerta con conexión al exterior, entorpeciendo la evacuación y llevando a varios comensales y empleados a refugiarse en el fondo del restaurante.

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Las víctimas mortales del incendio son uno de los camareros, alicantino de 35 años, que llevaba tan solo una semana trabajando en el local. Se desconoce aún si era él quien llevaba el plato flambeado que originó todo. La otra persona que perdió la vida fue una enfermera de Vizcaya, de 43 años, que se encontraba en Madrid pasando unos días.