“Es un honor que me sobrepasa”, ha dicho Rafael Cadenas al recoger el galardón más importante de las letras españolas de manos del rey Felipe VI en el tradicional acto de entrega en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, en Madrid. Se trata del primer autor venezolano que lo consigue, lo que no deja de ser un acontecimiento, uniéndose a la prestigiosa lista de poetas latinoamericanos que lo han obtenido, desde el mexicano Octavio Paz a la uruguaya Ida Vitale.
Cadenas se convirtió en símbolo de resistencia contra Hugo Chávez y los peligros del populismo. Formó parte del grupo Tabla Redonda, al que pertenecieron algunos de los escritores más importantes de su generación y formó parte del Partido Comunista, del que más tarde renegaría, aunque siempre ha sido militante de izquierdas.
Estuvo en la cárcel y después en el exilio durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Por eso, en su discurso no podían faltar algunas notas en torno a la política y a la falta de libertad. “Es urgente defender la democracia de todo lo que la acecha”. Y haciendo referencia a una cita de Einstein declaraba que “el nacionalismo es el sarampión de la humanidad”.
Crítica al totalitarismo
El ministro de cultura Miquel Iceta ha destacado el compromiso, la ética y la integridad radicales del autor, tanto en su vida como en su obra, así como su honestidad a la hora de defender al ser humano de los autoritarismos y de la violación de los derechos humanos.
En el discurso de Cadenas también ha habido alusiones a la actualidad y ha citado al psiquiatra Karl Jaspers para manifestarlas. “Él tenía dos temores: uno al totalitarismo y otro a la bomba. En este tiempo, aquel avanza, y esta ha crecido. Resulta paradójico, por cierto, el que las naciones más civilizadas se encuentren entre las principales fabricantes del armas. Se trata de una industria muy próspera”, ha dicho de forma irónica y punzante.
En ese sentido, se refería a una de las grandes improntas de El Quijote, el libro del autor que da nombre a este premio, cuyo protagonista estuvo entre los creyentes de una utopía en la que todo parecía que iba a arreglarse y finalmente terminó por desengañado al darse cuenta de que era imposible. “Es sabido que nacionalismos, ideologías y credos dividen a los seres humanos, pero en este tiempo, el mundo, gracias al desarrollo de la comunicación, debería ser cosmopolita”.
El idioma que nos une, en peligro
También ha puesto de manifiesto la importancia del idioma español como vínculo entre diferentes culturas y la labor fundamental de la educación. Considera que nuestra lengua se encuentra algo maltrecha por culpa de los anglicismos. “Hemos de cuidarla como amadores suyos, porque tiene muchas fallas” y, haciendo referencia a Orwell añadió que el caos de la política y la decadencia del lenguaje van de la mano y que mejor nos iría si empezáramos por lo verbal. Para el poeta el apoyo a la cultura resulta fundamental porque de alguna manera dinamita la pobreza.
Por último, ha hecho referencia al nicaragüense Sergio Ramírez, también Premio Cervantes y exiliado, con “su deseo de que pueda volver a su país”. Y lo dijo aludiendo a la libertad con unas frases de El Quijote: “La libertad, Sancho, es uno de los preciosos dones que los hombres nos dieron los cielos”.