El Barcelona está muy cerca batir registros defensivos históricos. Sí, han leído bien, defensivos. Atrás quedaron los récords de posesión, pases filtrados y goles marcados que el conjunto culé ha ido acumulando a lo largo de las últimas décadas. Xavi Hernández, uno de los mayores defensores de la filosofía azulgrana, ha convertido a su Barça en la antítesis del estilo culé: un equipo defensivo que rentabiliza al máximo sus goles y juega los partidos en función del resultado.
“A nosotros también nos sorprende llevar únicamente nueve goles encajados en 30 partidos. Estoy muy contento con el trabajo del equipo, tanto individual como colectivamente”, afirmó Xavi Hernández tras el partido ante el Atlético. El duelo ante los rojiblancos volvió a resolverse con otro 1-0, el décimo en lo que va de Liga. Ter Stegen, aliado con el larguero primero y resolutivo en acciones posteriores, dejó su portería a cero, un ejercicio que ya se ha convertido en rutina: el Barça no ha encajado goles en 23 de las 30 jornadas ligueras disputadas. Estas cifras le han servido al meta alemán para igualar a Claudio Bravo como el portero culé que más porterías a cero ha conseguido en una misma temporada.
Te puede interesar: El penalti imposible del Atlético de Madrid
Peligra el récord del Chelsea de Mourinho
A falta de ocho jornadas para el final de curso y con únicamente nueve goles encajados, el Barça de Xavi puede convertirse en la mejor defensa del siglo XXI. Para ello deberá mejorar la marca de 15 tantos en contra que establecieron Cech, Paulo Ferreira, Carvalho, Terry y Gallas con el Chelsea durante la temporada 2004-20005. José Mourinho logró que su equipo fuese el menos goleado en la historia de la Premier. Ahora, casi dos décadas después, el equipo de Xavi tiene a tiro romper dicho registro: les valdría con encajar cinco tantos en ocho partidos.
Aunque si los azulgranas quieren convertirse en la defensa menos goleada de la historia, deben seguir manteniendo su nivel defensivo. Dicha condecoración pertenece al Cagliari de la temporada 69-70. Aquel equipo, campeón de Serie A esa campaña, tan sólo recogió el balón de su portería en once ocasiones, dos más de las que lleva el actual Barça de Xavi. Eso sí, el récord de los italianos tiene trampa, ya que solo disputaron 30 jornadas por las 38 actuales.
Ter Stegen hace temblar a Liaño y Oblak
Ter Stegen, por su parte, va camino de entrar en la historia de LaLiga. Al margen de los posibles registros continentales, el Barça tiene en su mano batir el récord histórico de menos goles encajados en la historia de LaLiga. Una distinción que actualmente comparten Liaño, arquero del Deportivo durante la temporada 93-94 y Oblak, actual meta del Atlético, con 18 goles en contra. El portero alemán ha encajado la mitad a falta únicamente de ocho jornadas, por lo que solo se le escaparía este récord si encaja en estas jornadas los mismos goles que ha concedido en los 23 partidos anteriores.
Un hito histórico que se escapa de los márgenes de Ter Stegen y alcanza a Xavi y a la planificación deportiva. Tanto el entrenador como la secretaría técnica se esforzaron en verano en reforzar especialmente la parcela defensiva del equipo. Llegaron cuatro refuerzos: Koundé, Marcos Alonso, Christensen y Bellerín – que no cuajó y salió del equipo en el mercado invernal–. A ellos se sumó además Balde, que promocionó definitivamente desde las categorías inferiores. Con la temporada en su recta final, se puede afirmar que la apuesta le ha salido bien a Xavi. Su Barça, el más defensivo de las últimas décadas, ya acaricia el título liguero.