“En gran parte de España este año no se va a cosechar ni un grano de cereal”. Así de tajante se mostró hace unos días en Twitter el biólogo y agricultor extremeño Daniel Trenado, que ya ha dado por perdidos sus cultivos de cebada y guisantes en Arzuaga, al sureste de Badajoz, debido a la falta de agua. Junto a fotografías en las que se aprecian campos amarillos y no verdes como corresponde a esta época del año, aseguró que la situación en el sur del país es dramática, mientras que en el norte España “aún queda un mínimo margen” si llueve en los próximos días.
Arzuaga es una zona bastante fértil, explica Trenado a Infobae, que asegura que sus cosechas medias “son altas”, pero este año la escasez de precipitaciones ha batido récords y está afectando a numerosos cultivos. “Llevamos prácticamente sin lluvia desde diciembre, por lo que es imposible que la tierra retenga la humedad tanto tiempo como para sacar adelante la cosecha”, señala. Si bien este pasado fin de semana se esperaban lluvias, añade, en buena parte de la mitad sur “solo ha sido algo testimonial”, ya que se han recogido entre uno y cuatro litros por metro cuadrado.
Un agricultor medio en la zona de Arzuaga suele tener unas 100 hectáreas, explica, por lo que sus pérdidas podrían elevarse a unos 70.000 euros (700 euros por hectárea) “y no tendrán dinero para la siembra del año que viene”, advierte. Trenado, por su parte, calcula que ha perdido unos 30.000 euros, ya que tiene menos hectáreas e invirtió lo menos posible “al ver que la falta de lluvias se estaba prolongando”.
“Ni en los 90 fue así”
Si bien los agricultores ya se han enfrentado a otras sequías importantes en España como las que se dieron entre 1991 y 1996, Trenado asegura que la de ahora está siendo especialmente dura porque “es el conjunto de febrero, marzo y abril”. “En esta zona siempre hemos tenido primaveras más bien húmedas que al final son las arreglan la cosecha, porque el cereal hace el grano en abril-mayo y esas lluvias son las que hacían crecer fuerte a la tierra”, sostiene. Por tanto, “esta es la sequía a nivel de cosecha más grande”, porque incluso en los 90 “no hubo ningún año que se quedada sin cosechar del todo, que es el punto en el que estamos ahora”, aclara el agricultor.
También hay que tener en cuenta que en España el sector del cereal es “especialmente complicado”, asegura, y tiene una gran desventaja competitiva respecto a países como Argentina, Brasil, Estados Unidos o Australia, que disponen de muchas más hectáreas de regadío, “y a esos niveles es difícil competir en costes”, añade.
“Necesitan liquidez”
Si España quiere lograr la soberanía alimentaria, continúa Trenado, es preciso asegurar que “el año que viene se siga sembrando” y, para ello, advierte el experto, no solo hay que tener en cuenta los estragos que está generando la falta de lluvias, sino que “apenas hay relevo generacional en el campo”. Por todo ello, reclama ayudas urgentes para “dar liquidez a los agricultores y para que así puedan afrontar la campaña que viene”.
De momento, el Gobierno de Pedro Sánchez se comprometió la semana pasada en la Mesa Nacional de la Sequía a reclamar a la Comisión Europea flexibilidad en la aplicación de las normas de la Política Agraria Común (PAC), aunque Europa aún no ha dado respuesta.
Las organizaciones agrarias también pidieron en esa misma reunión otras ayudas directas como beneficios fiscales o que se modifiquen las condiciones del seguro agrario para que sea más accesible.
En ese sentido, Trenado concluye: “El tiempo se echa encima y, por ahora, las medidas siguen sin llegar”.