Carlos Alcaraz está decidido a volver a dar un gran golpe, esta vez sobre la arcilla. El número 2 del mundo, campeón de la pasada edición del US Open, tiene ahora en mente asaltar otro de los cuatro grandes, el más simbólico para el tenis español: Roland Garros. A la espera de ver cómo resuelve Rafa Nadal su regreso a las pistas, y de las dudas físicas que han hecho frenar a Djokovic a unas semanas de la cita de París, el murciano ya ha presentado su candidatura en lo que va de gira de tierra batida. Hasta el momento, Alcaraz ha revalidado título en Barcelona y opta a hacer lo propio en Madrid, donde llega como principal favorito. La cita de la Caja Mágica será su mayor prueba de fuego antes de llegar a la capital francesa, con parada previa en Roma.
El rendimiento del español en la superficie por excelencia para nuestros tenistas es prácticamente inmaculado este 2023: dos títulos en tres torneos (Buenos Aires en febrero y el Godó hace tan sólo unas horas), 13 victorias en 14 partidos y apenas una derrota, en la final de Río de Janeiro ante el británico Cameron Norrie (7-5, 4-6 y 7-5 también en febrero), que disputó físicamente al límite.
Queda claro que Alcaraz ya es todo un nombre a seguir en la tierra: le contemplan 41 competiciones disputadas en ella a lo largo de su carrera a apenas unos días de cumplir los 20 años. En Madrid tiene ahora la posibilidad de estirar su gran momento. Sus pistas, de inicio, le traen grandes recuerdos: en 2022 derrotó de forma consecutiva nada menos que a Rafa Nadal (cuartos) y Novak Djokovic (semifinales) de camino a la victoria final, ante Alexander Zverev. Repetir título, eso sí, no será sencillo.
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Un cuadro temible desde octavos
Alcaraz viene de llevarse su segundo Conde de Godó, colocándose a la altura de leyendas entre las que se encuentran, palabras mayores, Nadal (cuenta con los mismos torneos en Barcelona que él a su edad), Björn Borg, Ivan Lendl, Ilie Nastase y Manolo Santana. Este último da nombre a una pista central de Madrid en la que el de El Palmar tendrá que darlo todo próximamente, y desde una fase del cuadro bien temprana.
Exento de la primera ronda, el vigente campeón debutará contra el ganador del encuentro entre el finlandés Emil Ruusuvuori (número 41) y el francés Ugo Humbert (77 del mundo). Una vez superado este compromiso, empezarían los problemas de mayor entidad para Alcaraz. Sobre todo, porque es muy posible que el duelo por el título de hace un año se repita ya en octavos de final.
Antes, en tercera ronda, puede esperar el búlgaro Grigor Dimitrov (número 32), tercero del mundo en su momento. En la cuarta es cuando llegaría Zverev, al que Alcaraz derrotó por 6-3 y 6-1 en su último encuentro en Madrid. Desde entonces, el germano ha caído del puesto 3 al 16 del ranking, con un año un tanto irregular hasta la fecha, sin llegar a encontrar todavía su mejor tenis tras la grave lesión que sufrió durante el pasado Roland Garros ante Nadal. Su balance, 10 victorias por 11 derrotas. Un bagaje especialmente pobre en tierra, ya que ha caído en los octavos de Montecarlo y en los de Múnich de forma reciente.
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También cabe la posibilidad de que el rival de Alcaraz en octavos sea el estadounidense Sebastian Korda, actual número 28 de la ATP y que lleva sin competir por lesión desde el Abierto de Australia (cuartos de final). Si el español supera esa ronda, podría medirse en cuartos al ruso Andrey Rublev, uno de los jugadores más en forma del circuito: número 6, reciente vencedor en Montecarlo y finalista en Banja Luka.
Rublev ha conseguido un rendimiento óptimo en los dos torneos de tierra que ha disputado este año, con un balance de 21-9 en el global de la temporada. Por tanto, un hipotético enfrentamiento con Alcaraz sería de altos vuelos. Como también ocurriría con el que puede esperar al español tanto en semifinales como en la final de Madrid.
Cuarteto superlativo para probar aún más a Alcaraz
Por si el número 2 del mundo no tiene suficiente con lo que le depararían los octavos y los cuartos madrileños en unos días, atención a lo que ha marcado el sorteo justo después. En semifinales, Alcaraz podría tener enfrente al noruego Casper Ruud o al danés Holger Rune, dos tenistas más que competitivos en tierra batida.
En el caso de Ruud, estamos ante el número 4 del mundo. Cierto es que su 2023 no es para tirar cohetes hasta el momento, con un balance de 11 victorias y 8 derrotas que ni siquiera ha logrado mejorar demasiado en la arcilla: eliminado en octavos en Montecarlo y en Barcelona, a pesar de que se llevó el título en Estoril también este abril. Sin embargo, a ver quién es el valiente que se atreve a descartar de antemano en Madrid al último finalista de Roland Garros frente a Nadal.
Otro joven sobradamente preparado es Rune, 7 en el ranking y coetáneo de Alcaraz, puesto que ambos nacieron en 2003 y cumplen años casi a la vez. Su raqueta también marca tendencia este curso, con un récord de 21 victorias y 8 derrotas. El danés llega on fire a Madrid: acaba de proclamarse vencedor en Múnich y fue finalista ante Rublev en Montecarlo, llevándole al tercer set (7-5, 2-6, 7-5).
En el caso de que Alcaraz salvase cualquiera de estos nada desdeñables escollos, la final virtual sería un nuevo partido de ensueño para los aficionados. Allí podría medirse a su más inmediato perseguidor en el ranking, Daniil Medvedev. El ruso está mostrándose intratable en lo que llevamos de 2023, con cuatro títulos (Róterdam, Doha, Dubái y Miami) y un 31-4 de balance. Eso sí, Alcaraz ya pudo con él en pista dura en la final de Indian Wells (6-3 y 6-2), y en su único torneo del curso en arcilla, Montecarlo, el ruso cayó en cuartos ante Rune. No es la arcilla su superficie preferida, ni mucho menos.
Alcaraz también podría reencontrarse, en busca de su segundo título en Madrid, con el griego Stefanos Tsitsipas, a quien derrotó hace unas horas para volver a reinar en Barcelona (6-3 y 6-4). El número 5 del mundo es otro tenista que pisa fuerte en la actualidad (20-6 en 2023), con esa final en el Godó y unos cuartos en Montecarlo como últimos réditos en tierra. Además, fue el subcampeón del último Abierto de Australia. Lo dicho: si el murciano quiere repetir triunfo también en la Caja Mágica, le toca esforzarse de lo lindo.
Roland Garros en el horizonte
Salvar también los 1.000 puntos que defiende en Madrid sería una gran noticia para Alcaraz. En el caso de que lo consiguiese, acariciaría otra vez el número uno del mundo, ya que se quedaría a 5 puntos de superar a un Djokovic ausente en tierras españolas. Podría hacerlo en Roma, donde el murciano no participó la temporada pasada.
Pase lo que pase en Italia, París es el enclave que Alcaraz tiene más entre ceja y ceja en este momento de la temporada. Su sabor de boca no fue del todo bueno en 2022 (derrota en unos vibrantes cuartos de final ante Zverev por 6-4, 6-4, 4-6 y 7-6 [7]), y quiere desquitarse dentro de unas semanas. “Todo puede pasar en estas semanas, pero Roland Garros es un claro objetivo a corto plazo. Es un torneo que tengo muchas ganas de ganar, pero ahora estamos enfocados en Madrid y Roma”, reconoció tras levantar el título en el Godó.
Los problemas físicos de Nadal y Djokovic quizá le allanen el camino, aunque se ha podido comprobar que a otros rivales tampoco les falta deseo. No obstante, todo parece indicar que veremos a Alcaraz metido de lleno en la pelea por hacerse con el segundo Grand Slam del año, que sería también el segundo de su carrera tras el último US Open. Aunque primero le toca aprobar con la mejor nota posible en Madrid.