Un asiento acolchado y pedales para impulsarse: así capitanea Juan Carlos I el Bribón en aguas gallegas

El velero fue acondicionado hace tiempo para que el emérito puede manejar la caña del mismo desde una silla tapizada, con una zona para apoyar los pies y poder moverse cuando sea necesario

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Juan Carlos I, en otro
Juan Carlos I, en otro 'Bribón' en una foto de archivo tomada en 2009 (Foto: EFE/Ballesteros)

Juan Carlos I está decidido a ser un tripulante más del ‘Bribón’ este fin de semana en la regata de la Copa de España (la Volvo Autesa Cup) que se celebra en Sanxenxo. Este mismo jueves por la mañana, un día después de aterrizar en Galicia, se dejó caer por el Club Náutico de la ciudad pontevedresa para ponerse al mando del barco y navegar durante unas tres horas aproximadamente por aguas gallegas.

El emérito tiene por delante todo un reto físico. Cuando llegó al puerto se pudo ver que sus problemas de movilidad suponen un hándicap. Bajó las escalerillas hasta el amarre del ‘Bribón’ ayudado por uno de sus escoltas y con paso lento. Ya en el pantalán, el emérito también tuvo que recibir ayuda para poder subir a bordo del barco.

Pero el patrón del ‘Bribón’, Pedro Campos, su anfitrión en tierras gallegas, hace años que acondicionó el velero para que la salud del monarca no fuera un impedimento. El rey no es un tripulante más (en el barco caben cinco personas) que se pueda mover con soltura por cubierta, por eso su misión es sentarse en el puesto del timonel y manejar la caña.

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El ‘Bribón’ tiene un asiento acondicionado especialmente para Juan Carlos I. Aunque el velero compite en la categoría de seis metros, realmente mide once. En este tipo de embarcaciones los espacios están muy restringidos, así que se optó por incorporar en la popa un sillón en forma de U tapizado en piel, acolchado, para mejorar su comodidad. También hubo que cuadrar todos los reglajes de la timonería y el puesto de gobierno en un espacio más reducido. No hay que olvidar que es un barco pequeño, incómodo y húmedo, porque siempre se está al borde del agua.

El emérito siempre ocupa la posición de capitán en el velero. La zona del asiento y la caña tiene además una especie de pedal para apoyar los pies e impulsarse cuando tiene que cambiar de posición. Y es que ser patrón exige determinados movimientos. En su primer día de entrenamiento, este jueves, el velero se alejó mar adentro, remolcado por una embarcación con motor. Detrás iba una zódiac de seguridad. Durante unas tres horas, el rey estuvo regateando en la isla de Ons.

Más viajes a España

Como no hay agenda oficial (es un viaje privado), está previsto que el emérito vuelva a entrenar este viernes otra vez. Su segundo viaje a España desde que emigró voluntariamente a Emiratos Árabes en agosto de 2020 ha creado menos expectación que el primero, hace ahora un año. La Casa Real pidió al emérito que este nuevo desplazamiento fuera más discreto y menos mediático que el anterior. Nada de declaraciones a la prensa y nada de posados ante los fotógrafos.

Juan Carlos I, a su
Juan Carlos I, a su llegada este miércoles a la casa de Pedro Campos (Foto: REUTERS/Miguel Vidal)

De hecho, no se sabe hasta cuándo permanecerá en España. La regata es este fin de semana, pero se desconoce si Juan Carlos I seguirá algunos días más en Sanxenxo en el chalé de su amigo Campos (que ha destinado toda una planta de su vivienda para él), o si viajará a Barcelona para ver a otro de sus grandes amigos y compañero de regatas, Josep Cusí, que está enfermo.

Juan Carlos I quiere que con este segundo viaje a Galicia se empiece a normalizar su presencia en España. Porque la intención del monarca es seguir practicando uno de sus deportes favoritos: la vela. Hay más pruebas de la Copa de España de aquí al verano: 19-21 de mayo; 9-11 de junio y 7-9 de julio. Según han publicado varios medios, el emérito estaría pensando incluso participar en el campeonato del mundo que se celebra entre el 31 de agosto y el 8 de septiembre en la isla británica de Wight.

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