El 56% de los pilotos españoles tiene problemas de sueño, lo que puede comprometer su atención en situaciones de trabajo. Además, la prevalencia de cáncer es superior que en la población general. Los casos de próstata (32%) y de piel (18%) aparecen con un porcentaje “mucho mayor”. Estas son dos de las principales conclusiones del Estudio Epidemiológico en los Pilotos de la Aviación Española presentado por la Fundación AXA y elaborado por el Grupo de Investigación EPINUT de la Universidad Complutense y el COPAC (Colegio Oficial de Pilotos de Aviación Comercial).
Para María Dolores Marrodán, Directora del Grupo de investigación EPINUT, “los pilotos son un colectivo con mejores hábitos de dieta y ejercicio que la población general. Sin embargo, las especiales condiciones de su trabajo (hábitat presurizado, baja humedad, postura, cambios horarios...) suponen un gran reto físico y mental. Dos terceras partes de los sujetos del estudio padece desórdenes músculo esqueléticos (lumbalgias, dorsalgias, cervicalgias) provocadas por sobrecargas posturales y hay mayor predisposición a ciertos tipos de cáncer”.
Por otro lado, Ana María Alaminos, coautora del estudio, destaca que “más de la cuarta parte de los pilotos estudiados (28,2%) presenta sobrecarga de trabajo. Un 18% padece fatiga severa y un 20% somnolencia diurna entre moderada y grave. En concreto, estos tres últimos factores suelen ser concurrentes y pueden comprometer seriamente la salud y el desempeño de estos profesionales”.
En cuanto a la salud mental de los pilotos, el estudio descarta que esta sea un motivo de morbilidad, sin embargo, los niveles observados son cuatro veces más altos que los de la población española general. Sus cifras de prevalencia de “malestar psicológico” solo son comparables a otras profesiones caracterizadas por un alto nivel de exigencia o estrés psicológico, como los sanitarios que atendieron a enfermos covid en fase aguda durante la pandemia. Conclusión: un 54,3% de los pilotos de corta distancia y un 40,4 % de larga distancia consideran que no tienen suficiente descanso entre vuelos. Y el 48,7% son considerados sujetos en riesgo.
Los resultados también revelan que los pilotos tienen una condición nutricional más favorable que la población general: menores tasas de obesidad por IMC (índice de masa corporal), hipertensión, hiperglucemia e hiperlipidemia que el resto. “Este es un aspecto positivo que puede ser consecuencia de la oportuna vigilancia médica a la que este colectivo se somete periódicamente por razones laborales”, se señala. A pesar de ello, de la muestra analizada se desprende que el 53,6% de los participantes tiene sobrepeso y el 64,6% un exceso de grasa abdominal.
Para Carlos San José, decano del COPAC, “es muy importante disponer de un estudio científico y riguroso que pone de manifiesto algunas de las patologías asociadas a la profesión de piloto. Es una profesión muy exigente, con gran responsabilidad y mucha presión y eso genera estrés, fatiga y cansancio psicológico. Los pilotos cuidamos nuestra salud y tenemos hábitos saludables, pero es necesario que la regulación del ejercicio profesional tenga en cuenta estos factores para adoptar medidas preventivas”.
El estudio se ha realizado con una muestra de 359 pilotos (127 entrevistas personales y 232 cuestionarios on line). Los criterios de inclusión de la muestra: cinco años de experiencia. De los pilotos encuestados, 332 están en activo y 27, jubilados. La edad media es de 47,7 años.