El cadáver de José Antonio Primo de Rivera, fundador de La Falange, será exhumado este lunes 24 de abril de su tumba del Valle de Cuelgamuros (la nueva denominación del Valle de los Caídos) y trasladado a una tumba familiar del madrileño cementerio de San Isidro, según ha adelantado la web ‘Infovaticana.com’. La única condición que ha puesto su familia es que sea el Gobierno quien se haga cargo de todos los gastos.
Primo de Rivera fue juzgado por la República por sublevación, fusilado en 1936 y enterrado en una fosa común. Al terminar la guerra, fue trasladado al Monasterio de El Escorial y en 1959 a su ubicación actual en la basílica del Valle por decisión de Francisco Franco. El cadáver del dictador ya fue exhumado del mismo Valle, entre una enorme polémica, en octubre de 2019. Si el traslado de Franco se produjo apenas quince días antes de las pasadas elecciones generales, el de Primo de Rivera se producirá 34 días antes de las elecciones municipales y autonómicas.
Tras la salida del cuerpo de Franco, quedaba el de Primo de Rivera. La Ley de Memoria Democrática establece que en el Valle de Cuelgamuros podrán yacer los restos de personas fallecidas en la Guerra Civil, pero en ningún caso ocupar un “lugar preeminente en el recinto”, como es el caso del fundador de Falange, enterrado a los pies del altar mayor de la basílica.
Según destaca esta web, la familia de Primo de Rivera solicitó en octubre al Abad del Valle de los Caídos y a la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid la exhumación de los restos mortales. Solicitaron que fuera un proceso íntimo y discreto, y que no se convierta en una “exhibición pública propensa a confrontaciones de ninguna clase entre españoles”.
En el comunicado que difundió la familia, señalaron que cuando reciban la autorización solicitada, trasladarían el cuerpo de Primo de Rivera a otro cementerio, en este caso el de San Isidro, para que reciba una sepultura “conforme al rito de la Religión Católica, Apostólica, Romana que profeso en tierra bendita y bajo el amparo de la Santa Cruz”.
Cambios normativos
La nueva Ley de Memoria Democrática, aprobada el pasado mes de octubre, tiene pendiente varios desarrollos normativos antes de acabar la legislatura a finales de año: la prohibición de las organizaciones que hagan apología del franquismo, como la Fundación Francisco Franco, que ensalcen el golpe de Estado y la dictadura o enaltezcan a sus dirigentes. Para ello, el Ministerio de Interior impulsará una ley que modifique la actual norma reguladora sobre el derecho de asociación.
También está previsto el diseño de un nuevo marco jurídico para determinar la organización, funcionamiento y régimen patrimonial del Valle de Cuelgamuros; la creación de un Centro de Memoria Democrática; y la puesta en marcha del Consejo de la Memoria Democrática.