Ni una sola gota. Esa es la cantidad de agua que ha caído en más de la mitad de España entre el 1 y el 17 de abril, según informa la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). En el conjunto del país se han registrado cinco litros por metro cuadrado, un valor “extraordinariamente bajo” que “solo representa el 15% del promedio normal de esos primeros 16 días de mes”.
Este viernes y sábado un frente provocará un descenso notable de las temperaturas y dejará lluvias y chubascos, pero no van a ser especialmente abundantes. Además, la semana que viene regresarán las altas temperaturas y podrían alcanzarse los 35º en algunos puntos de la mitad sur e incluso llegar hasta los 40º en la provincia de Córdoba el próximo miércoles, unos valores propios del verano. Por todo ello, la Aemet señala que “cada vez es más probable este mes de abril sea uno de los más secos de la serie histórica, si no el que más”.
“No es descartable que sea el mes menos lluvioso de la serie desde por lo menos 1961″, señala a Infobae el portavoz de la Aemet, Cayetano Torres.
¿Por qué estos valores tan elevados?
Las altas temperaturas de abril se deben a una masa de aire cálido que está sobre la Península y “esta situación sinóptica favorece que haya una componente de vientos del sur”, lo que hace que sean más elevadas, indica Torres. Se trata de temperaturas “entre 10 y 15 grados superiores a la temperatura normal para la época del año”, añade.
El mes de mayo se prevé normal en cuanto a precipitaciones, algo más seco en las dos mesetas y algo más lluvioso en la Cornisa Cantábrica, Pirineos occidentales y Baleares. “Lo más probable es que arrastremos ya el déficit de precipitaciones en el que nos encontramos actualmente hasta el otoño”, añaden desde la Aemet.
Aunque aún queda tiempo para el verano, Torres señala que será “muy caluroso”, con una temperatura de hasta dos grados por encima de la media climatológica y normal en cuanto a precipitaciones, es decir, “será un verano bastante seco como corresponde al clima mediterráneo”.
Copernicus
En esa misma línea apunta la predicción trimestral del Servicio de Cambio Climático del sistema satelital Copernicus, el programa de observación de la tierra de la Unión Europea, que indica que mayo, junio y julio “presenta una mayor probabilidad de ser más cálido de lo normal”.
Este jueves se ha publicado, además, el informe anual sobre el estado de clima en Europa relativo a 2022 y en él se advierte de los “alarmante cambios” que está viviendo el continente, tales como temperaturas al alza, olas de calor extremas, sequías generalizadas, pérdidas de hielo récord o un aumento continuado de las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Las temperaturas en Europa están aumentando al doble de la media mundial, más rápido que en cualquier otro continente”, alerta el informe.
También es especialmente preocupante la situación del Ártico, pues su clima está experimentando cambios drásticos y sus temperaturas aumentan mucho más rápido que en la mayor parte del resto del planeta, con 3 °C más que la media de la era preindustrial, frente al calentamiento global de 1,2 °C.