Los datos publicados este martes por la oficina estadística de la Unión Europea (Eurostat) muestran cómo la tasa de inflación de la zona euro ha disminuido en el mes de marzo, situándose en un 6,9% -en febrero fue del 8,5%-. Respecto al año anterior, esta cifra ha disminuido un 0,5%, desde el 7,8% del mismo mes de 2022. España es uno de los países que ha salido mejor parado, ya que la estadística europea lo sitúa como el segundo país con menor inflación con un 3,1%, solo por detrás de Luxemburgo, con un 2,9%, y seguido de Países Bajos, con un 4,5%.
En el otro lado, los países que han registrado las tasas anuales más altas han sido Hungría (25,6%), Letonia (17,2%) y Republica Checa (16,5%). La tasa de inflación de la UE -de todos sus miembros, no sólo los que tienen de moneda el euro- se encuentra en el 8,3%, una cifra algo más baja que en febrero, que se situaba en 9,9%.
En comparación con febrero, la inflación anual bajó en 25 Estados miembros y subió sólo en dos, Bulgaria y Estonia. Sin embargo, tanto en el cómputo general de la UE como en el de la zona euro se observa una baja de las tasas después de los máximos alcanzados en el mes de septiembre.
En la zona euro, los bienes con una tasa más alta de inflación en marzo han sido el grupo de alimentos elaborados, alcohol y tabaco, con un 15,7%, junto con los alimentos no elaborados, con un 14,7%. Al mismo tiempo, la mayor contribución a la tasa de inflación correspondió a los alimentos, el alcohol y el tabaco, seguidos de los servicios y los bienes industriales no energéticos, mientras que la energía tuvo una bajada.