Ana Obregón acaba de publicar ‘El chico de las musarañas’, el libro que comenzó su hijo Aless durante su tratamiento contra el cáncer y que ella se ha encargado de terminar tras su fallecimiento para cumplir una de sus tres últimas voluntades. En esta obra, la presentadora vuelca el sufrimiento y el dolor que le ha causado la enfermedad y posterior muerte de su hijo, revelando detalles como que se intentó quitar la vida el mismo día que perdió al joven. Sin embargo, también hay lugar para recuerdos entrañables y anécdotas divertidas, como el día en que le colgó el teléfono al rey Juan Carlos.
Según narra la protagonista, el entonces monarca llamó a la casa en la que ella residía con Alessandro Lequio, antes de convertirse en padres. “¿Está Dado?”, preguntó Juan Carlos, quien es primo hermano de la madre de Lequio y guardó una estrecha relación con ella. “No está en casa, ¿de parte de quién?”, preguntó ‘Anita’.
La respuesta al otro lado del teléfono sorprendería a la protagonista de ‘Ana y los siete’: “Del rey”, respondió el interlocutor. Sin embargo, Obregón pensó que se trataba de una broma y zanjó la conversación con una contundente frase: “Ya, y yo soy Caperucita Roja”, dijo colgando el teléfono.
Minutos más tarde, la presentadora sería consciente de que realmente le acababa de colgar el teléfono al rey de España. Sería Alessandro Lequio el encargado de hacérselo saber. El italiano llamó a su entonces pareja y, entre risas, le dijo: “Has colgado al tío Juanito”.
El pésame de los reyes a Ana Obregón
Casi tres décadas después de aquel divertido malentendido, Ana Obregón volvería a recibir una llamada de Juan Carlos de Borbón, aunque en esta ocasión el motivo era mucho más triste: el rey emérito llamó a la actriz para darle el pésame por la muerte de Aless.
Después de que la vida del joven se apagara en el hospital, Ana estuvo abrazada a su hijo hasta que se lo llevaron. Aunque asegura que apenas recuerda nada de las horas posteriores a la muerte de Aless, sus hermanas le han contado que estando aún en el hospital recibió la llamada de Juan Carlos y de la reina Sofía para darle el pésame. “Nos llamaron cariñosos y emocionados. (...) Vagamente recuerdo lo que hablé con ellos”, expresa en el libro.
La ayuda de Juan Carlos en el tratamiento de Aless
Otro de los datos hasta ahora desconocidos que Ana Obregón desvela en el libro es la ayuda que Juan Carlos les brindó ayuda a ella y a Alessandro durante el tratamiento de su hijo en Nueva York. Madre e hijo llevaban tres meses en la ciudad estadounidense, donde el joven se estaba sometiendo a prontoterapia. Pero un día reciben una carta en la que les informan de que el permiso para visitar el país había caducado y debían volver a España.
Desesperada porque ese tratamiento no estaba disponible en España, Ana pidió a Dado que llamara a su primo lejano, el rey Felipe, para que interviniera de alguna forma. Sin embargo, el monarca tardaba en contestar y Alessandro acabó llamando a su tía Olimpia, prima hermana de Juan Carlos. Esta se puso rápidamente en contacto con el padre de Felipe.
“Al rey emérito le faltó tiempo para ayudar a una madre desesperada por salvar la vida de su hijo. Por eso le estoy infinitamente agradecida y no lo olvidaré jamás”, cuenta Ana, revelando que a los dos días de aquella llamada tenían una nueva cita en el hospital y los informes médicos necesarios para que tanto Aless como ella pudieran ampliar su estancia en América.