Abedallah Shelbayh, la joven promesa de la Academia de Nadal que ha hecho historia en Jordania y jugará en Madrid

Con 19 años, se ha convertido en el primer tenista del país que gana un partido en el circuito ATP. Horas después de su primera victoria entre los profesionales, el Masters 1000 de la capital española le ha concedido una invitación para su cuadro principal

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Abedallah Shelbayh durante su etapa
Abedallah Shelbayh durante su etapa en la Universidad de Florida (Anna Carrington / Florida Gators)

A veces, los sucesos más maravillosos de nuestra vida llegan sin esperarlos. Aparecen de repente en el horizonte y este cambia por completo de la noche a la mañana, cuando todo parecía indicar que había otros planes para nosotros. Pero no se puede luchar contra esos nuevos designios del destino. Que, además, cambian nuestra suerte para bien. El joven tenista jordano Abedallah Shelbayh, de 19 años, acaba de vivirlo en sus propias carnes: ha pasado de ser suplente del Conde de Godó barcelonés a convertirse en el primer jugador de su país que gana un partido del circuito ATP en apenas cuatro días.

Shelbayh tenía esperanzas fundadas de entrar en el cuadro de Barcelona. Sin embargo, su calendario cambió en cuestión de horas, cuando se enteró de que era el primer suplente en Banja Luka, Bosnia-Herzegovina. La victoria que necesitaba para entrar en el torneo se produjo y, en el último momento, cogió un avión desde la Ciudad Condal con destino a Zagreb (Croacia). Recién aterrizado de un vuelo de dos horas, otro viaje: dos horas y media en coche hasta el que ha resultado ser el escenario de su primer triunfo entre los profesionales de la raqueta.

Todo a pesar de que Shelbayh durmió poco (”Tenía miedo de perderme el calentamiento”, declaró a la web oficial de la ATP) y calentó menos antes de su debut: lo más reseñable de la previa de su primer partido en Banja Luka fueron los 15-20 minutos antes del mismo en los que pudo practicar a media pista. Sin embargo, el jordano superó la fase de clasificación y, ya en primera ronda, logró hacer historia ante el sueco Elias Ymer: victoria por 6-1 y 7-5 para protagonizar el mayor hito de Jordania en el tenis hasta la fecha.

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Un padrino inmejorable

La vocación como tenista de Abedallah Shelbayh empezó a forjarse en su país natal, cuando tan sólo tenía cuatro años. Entonces, un personaje ya recurrente en las televisiones a nivel mundial motivó que el pequeño atosigase a preguntas de todo tipo a su padre: Rafa Nadal. Ver al jugador español imponer su ley en Roland Garros motivó que aquel niño jordano no tardase en empezar a practicar el mismo deporte que aquel que pasó a ser su ídolo.

Quién le iba a decir a Shelbayh que su vínculo con Nadal llegaría a ser tan cercano como para formar parte de su Academia e incluso entrenar con él en infinidad de ocasiones. Para que todo esto sucediese, la mismísima realeza de Jordania jugó un papel fundamental. En concreto, la nuera del príncipe del país, Ra’ad bin Zeid. Fue Lara Faisal quien descubrió primero a Abedallah gracias a su asociación Rise for Good, con la que intenta ayudar a cumplir sus sueños a todos aquellos jóvenes árabes con talento.

Así, Faisal se convirtió en la representante del chaval. Tantas maneras apuntaba ya la zurda de Shelbayh que su benefactora no dudó en ponerse en contacto con Toni Nadal. Él también se quedó prendado con las habilidades de Abedallah y le invitó a formar parte de la Academia de su sobrino cuando estuviese preparado. Un paso que el joven jordano dio a los 14 años.

Rafa Nadal durante el último
Rafa Nadal durante el último Abierto de Australia (Mike Frey-USA TODAY Sports)

En Manacor, combinó el tenis con los estudios, integrando una de las primeras generaciones de tenistas 100% producidas en la Rafa Nadal Academy y, además, tratando a su ídolo de cerca. Dos números uno del mundo en tenis como Nadal y su entrenador, Carlos Moyá, tampoco tardaron demasiado en enamorarse del potencial de Abedallah Shelbayh, como el propio interesado ha contado.

“Quise entrenar con Rafa desde el primer día que llegué a la Academia. He jugado mucho con él y creo que a él le gusta jugar conmigo. Siempre son muy amables conmigo, aunque es un poco extraño entrenar con mi ídolo, con alguien por el que me cambié de mano dominante. He aprendido muchísimo de él, siempre da lo mejor de sí mismo en cada entrenamiento y no es nada arrogante. Es un tipo increíble”, declaró maravillado Shelbayh.

Una vez graduado en la Academia de Nadal, el jordano optó por hacer las maletas rumbo a Estados Unidos. Sin embargo, su periplo en la tierra de las oportunidades fue muy breve, puesto que apenas estuvo un año becado en la Universidad de Florida. Abedallah Shelbayh necesitó unos pocos meses lejos de Baleares para optar por dar el salto al circuito profesional.

Madrid le espera

Desde 2020, uno de los ya considerables apadrinados de Nadal (Casper Ruud y Jaume Munar son otros, por ejemplo) empezó a rodarse en torneos ITF: el pasado verano, triunfó por partida doble en Monastir (Túnez), ganando a su amigo Dani Rincón, también pupilo de Nadal, en una de las finales. Fue también entonces cuando disputó su primer Challenger. En Mallorca, como no podía ser de otra manera, y llegando hasta semifinales.

Shelbayh se impuso en otro ITF más en 2022: el de Trnava (Eslovaquia), donde volvió a derrotar a Rincón en la final. Ya este año, el español se cobró la venganza en el duelo por el título del ITF de ese Manacor que tan bien conocen él y Abedallah. El jordano también fue finalista en el Challenger de Manama (Baréin) antes de debutar, en febrero, en un torneo ATP (Doha) y jugar la previa del Masters 1000 de Miami.

Abedallah Shelbayh accederá directamente al de Madrid, ya que la organización del torneo ha decidido concederle una de las invitaciones para su cuadro principal. Un honor que no está al alcance de cualquiera, como queda claro al repasar las demás wild card masculinas: el suizo Stan Wawrinka, con tres Grand Slam a sus espaldas; el austriaco Dominic Thiem, con un grande, y otra joven promesa como el español Martín Landaluce, número uno del mundo júnior con 17 años.

La Caja Mágica en la
La Caja Mágica en la que se disputa el Masters 1000 de Madrid (REUTERS/Isabel Infantes)

El jordano sólo le aventaja en dos y tiene idénticas ganas de romper barreras con precocidad. Los que le conocen apuntan que hay pocas fisuras en su tenis: quizá más a nivel de cabeza que de técnica, aunque está trabajando en ello y, sobre todo, nunca ha perdido la confianza en sí mismo. Ya ha puesto toda una pica en Flandes para el tenis de su país y amenaza con ir a más. Porque, desde el puesto 267 del ranking, todo está por hacer para Abedallah Shelbayh.

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