La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) acogió este martes un coloquio en el que reputadas voces sobre Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Perú y Cuba abordaron El eje de las oligarquías autocráticas latinoamericanas, organizado por el laboratorio de ideas Cuba Siglo XXI. El punto de partida fue que “el ángulo de esta región en el conflicto global ha sido poco analizado”, cuando “algunos de sus países, con Irán o Siria, son parte activa junto al Kremlin de la primera guerra de agresión europea desde 1945″. Juan Antonio Blanco, presidente de Cuba Siglo XXI, cree que la gira estos días del canciller ruso Sergei Lavrov o el viaje del presidente Luiz Inácio Lula da Silva a China ayudarán a visibilizar el hecho de que “Ucrania es solo el epicentro”.
La ponente que más se centró en esta cuestión fue la abogada Paula María Romo, ministra de Gobierno de Ecuador durante el mandato de Lenín Moreno. Comenzó tajante, subrayando que “América Latina no es la región de ‘países no alineados’ sino uno de los actores fundamentales en la geopolítica”. Lo ejemplificó en la “cada vez mayor influencia de China, hoy primer o segundo socio comercial según el país”, en que Rusia “ha ampliado su presencia hacia asuntos políticos y culturales” o en “una afinidad política frente a Estados Unidos que ha llevado a las alianzas más inverosímiles”. Y quienes no se suman a este bloque, sostuvo, son empujados a hacerlo a través de una aparente presión popular fruto de la violencia.
Daniel Córdova: “El Perú está resistiendo, pero no sería tan optimista”
Romo relató cómo el distanciamiento de Moreno respecto a Rafael Correa, por ejemplo retomando la cooperación internacional en materia de crimen organizado, terminó en más que manifestaciones, con el lanzamiento de explosivos en las calles, la quema de redacciones de medios de comunicación, el ataque a ambulancias, el sabotaje a pozos petrolíferos o aeropuertos o con la contaminación del agua. “En pocos días estábamos desabastecidos”, contó la exministra, que recordó cómo desde esos aliados de China o Rusia en la región se apoyaban estas acciones y cómo la población, asustada, “terminó diciendo al Gobierno ‘dénles lo que piden’”. Romo considera fundamental “la disputa de la narrativa” para que no se extienda, recordó, lo que el exvicepresidente de Venezuela Diosdado Cabello llamó “brisa bolivariana”.
No fue muy diferente lo que expuso el economista y político peruano Daniel Córdova, ministro de la Producción durante el mandato de Martín Vizcarra, que vio cercano a su país de caer “en el socialismo del siglo XXI y en un Estado mafioso”. “En mí país pasó que el 7 de diciembre de 2022, Pedro Castillo, al que yo rehusé a llamar presidente, dio un golpe de Estado. Yo por casualidad había aterrizado en Lima ese día y lo que ocurrió felizmente es que las instituciones democráticas de mi país funcionaron. Lo tomaron y está preso. El Perú -continuó Córdova- está resistiendo con las herramientas que la democracia le da al poder ejecutivo y al Congreso. Pero el ministro terminó puntualizando: “Perú, como Ecuador, está resistiendo los embates, pero no sería tan optimista. Esperemos que haya un cambio y que empiece en Cuba, junto con Venezuela y Nicaragua son los que más hay que apoyar”.
“El populismo no tiene fronteras”
Al coloquio estaba invitado el escritor Sergio Ramírez, premio Cervantes 2017, e intervino, pero lo hizo a través de un vídeo grabado ante la imposibilidad de acudir. Aprovechó para hablar de China y sus intereses en la Nicaragua de Daniel Ortega. “Ha desplazado a Estados Unidos como principal exportador en América Latina, además de mostrarse desafiante. Está a la cabeza en los planes de expansión y dominio en la región. Y Nicaragua no tiene combustibles fósiles ni tierras raras que ofrecer, pero por su propia situación geográfica, con costas en ambos océanos, tiene un gran valor estratégico”. Ramírez recalcó que “los intereses de China, Rusia e Irán dependen de la permanencia de Ortega en el poder, de modo que van a seguir respaldándole en términos políticos, diplomáticos y militares”. “Saben –zanjó el Cervantes– que un gobierno democrático sería un obstáculo definitivo para sus intereses”.
Antonio Ledezma: “Cómo es posible que a Venezuela no lleguen medicamentos y sí Ferraris, caviar o champaña”
Antonio Ledezma puso rostro y dio voz a la oposición en Venezuela. El exalcalde de Caracas se centró sin embargo en el presidente de Colombia, Gustavo Petro, “elegido por Nicolás Maduro como vocero para que Estados Unidos levante las sanciones”. “Venezuela es una madriguera –según Ledezma– y ahora Petro se convierte en el promotor del diálogo para resolver la supuesta crisis del país aduciendo que es consecuencia de las sanciones aplicadas por los propios Estados Unidos o la Unión Europea”. Se preguntó el exregidor “cómo es posible” que no lleguen medicamentos a Venezuela “pero sí Ferraris, caviar o champaña”. Ledezma lamenta que “el populismo no tiene fronteras” ni se puede enmarcar en exclusividad en izquierda o en derecha y llamó a defender la democracia como “hormigón” que detenga estos impulsos.
En el acto en Madrid también participó el economista cubano Emilio Morales, presidente del Havana Consulting Group, que enfocó su exposición en GAESA (Grupo de Administración Empresarial S.A), un gigantesco holding “en manos de la familia Castro y oligarcas próximos” que controla sectores estratégicos de la economía y más del 95% de las finanzas. La Cuba actual, sostuvo Morales, “se ha tejido en la oscuridad por muchos años y ha derivado en un Estado fallido y mafioso; una mutación de un Estado socialista, si alguna vez lo fue, en uno que se ha desentendido de las obligaciones primarias de cualquier gobierno con su población que es satisfacer su salud, su alimentación o su educación”. Y Venezuela, Nicaragua o Bolivia “ya se están montando en este carro”, alertó Morales.
Numerosos ciudadanos, no pocos de ellos periodistas, de los países mencionados se dieron cita en la sede de la APM, acudiendo a la llamada de Cuba Siglo 21, que se define no como “activistas, partido político u otro grupo más de la oposición”, sino como “inteligencia estratégica sobre la realidad cubana en un tiempo en el que nunca las ideas fueron tan importantes”.