El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere reformar cuanto antes la ‘ley del solo sí es sí' (como se conoce coloquialmente a la ley de libertad sexual), sabedor que sus efectos colaterales están teniendo repercusión en sus expectativas electorales y un importante desgaste político. Este fin de semana pidió públicamente perdón a las víctimas cuyos agresores han visto reducidas sus penas o han sido excarcelados, y ya negocia a contrarreloj enmiendas técnicas con el PP al no poder encontrar puntos de acuerdo con su socio de Gobierno, Unidas Podemos.
El objetivo es aprobar la reforma de la ley en el Pleno de este jueves después de que pase por la comisión de Justicia este martes. El Senado daría su visto bueno definitivo el 26 de abril. Los socialistas tienen así un estrecho margen de tiempo para negociar las 14 enmiendas parciales presentadas por el PP a la proposición socialista. Los populares han fijado dos de ellas como condición imprescindible para facilitar su apoyo parlamentario.
La primera propone reforzar la “indemnidad sexual de los menores de edad” y la segunda pide volver a tipificar “la distribución o difusión pública a través de internet (...) de contenidos específicamente destinados a promover, fomentar o incitar a la comisión de los delitos de agresiones sexuales” que afecten a menores de 16 años. PP y PSOE están de acuerdo en lo más importante, volver a incrementar las penas que se vieron reducidas con la reforma.
Los votos del PP, en estos momentos, son claves para que la reforma salga adelante. La ley de libertad sexual se trata de una ley orgánica que requiere de mayoría absoluta (176 votos). Los socialistas solo disponen de 120 escaños y no le valdría la abstención del PP, porque los partidos en contra (sus aliados) suman más diputados.
Unidas Podemos, socio de Gobierno del PSOE, no quiere un acuerdo con los de Alberto Nuñez Feijóo. “Si das la mano al PP, te coge el brazo”, ha advertido la ministra de Igualdad, Irene Montero, en sus redes sociales. “Es imposible de explicar que las alianzas para la ley de vivienda (en referencia a formaciones como ERC o Bildu) no valgan para los derechos de las mujeres. Las leyes feministas no se negocian con el PP”, ha zanjado la dirigente de Unidas Podemos.
Para la formación ‘morada’ es una línea roja mantener el modelo que define a las agresiones sexuales como cualquier tipo de conducta en la que la víctima no ha expresado su consentimiento. Igualdad acepta elevar las penas en hasta cuatro supuestos distintos de delitos contra la libertad sexual mediante la fórmula de convertir la violencia y la intimidación en una circunstancia agravante, no definitoria.
El 32% de las condenadas revisadas
El debate sobre los cambios de la ‘ley del solo sí es sí' se produce tras conocerse los últimos datos del balance oficial del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de las rebajas de penas a agresores sexuales desde la entrada en vigor de esa norma, el pasado 7 de octubre. En total se han producido 978 reducciones de condenas, de las que 104 han supuesto también la excarcelación del agresor. El 32% de las condenas revisadas ha conllevado rebajas.
Al margen del debate político, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo celebrará entre el 6 y 7 de junio un Pleno monográfico para fijar criterio sobre las revisiones efectuadas por los tribunales hasta la fecha. Será la primera vez que el Supremo entre a analizar si los tribunales han aplicado bien esta ley en sus revisiones de pena. Los magistrados llevarán a cabo este estudio con el objetivo no solo de unificar criterio, sino de fijar doctrina.