Muere el cómico Don Mauro a los 58 años

El actor y humorista fue una de las figuras clave en la renovación del humor en España y participó en un buen número de programas, series y películas

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El actor y humorista Don
El actor y humorista Don Mauro en una foto subida a su perfil de Instagram.

Se llamaba Mauro Muñiz Urquiza, pero su nombre artístico era Don Mauro. Era hijo de los periodistas Paloma de Urquiza y Mauro Muñiz y se dio a conocer a principios de los 2000 gracias a sus monólogos en Paramount Comedy junto a una nueva hornada de humoristas que se encargaron de introducir el formato en nuestro país a imagen y semejanza del estilo norteamericano.

Pero lo cierto es que empezó como actor ya en los años ochenta, en pequeños papeles en películas como Dragón Rapide o Esquilache, aunque su rostro comenzaría a hacerse conocido gracias a La hora chanante y a su faceta como cómico, que siempre seguiría practicando, y coincidió de nuevo con Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla en Muchachada Nui, Museo Coconut y Capítulo 0, donde se encargaba de hacer múltiples papeles, al igual que también sus compañeros, como ‘el taxista’, el bedel’, el forestal’ y tantos otros en forma de sketch, la especialidad del grupo.

Su participación en la ficción televisiva es inabarcable. Estuvo en Aída, en Hospital Central, en Los hombres de Paco, en Tierra de lobos y Bandolera, en Gran Hotel y La que se avecina, en Olmos y Robles y La catedral del mar, en HIT y en la reciente Supernormal.

Sin embargo, su formación fue musical. Piano clásico (comenzó a tocarlo con siete años, casi como si fuera un niño prodigio), composición y jazz en el Conservatorio Superior de Música de Madrid. De ahí pasaría a la carrera de Bellas Artes, mientras era teclista del grupo La cabra mecánica, responsable de éxitos como La lista de la compra.

También se subió a las tablas en innumerables ocasiones. Durante cinco temporadas estuvo representando Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus, en el teatro Nuevo Alcalá, mientras continuaba con sus participaciones, dependiendo del cambio de nombre, en Paramount Comedy, Comedy Central, El Club de la Comedia y Comikazes.

Tenía una relación especial con los directores que ayudaron a impulsar la comedia en nuestro país a través de un humor que entroncaba con las nuevas generaciones, convirtiendo el género en un éxito de taquilla, como Borja Cobeaga, Javier Ruiz Caldera, Nacho Vigalondo o Víctor García León, con el que trabajó en Vete de mí y su última película hasta la fecha, Los Reyes Magos: La verdad, en la que interpretó al Rey Melchor. También hizo múltiples cortometrajes, varios a las órdenes de Javier Marco (Josefina), donde podía practicar otros registros que se alejaban del humor y en los que podía demostrar sus habilidades dramáticas.

Tenía 58 años y su muerte ha pillado a todos por sorpresa, también a todos los compañeros que lo acompañaron durante su trayectoria, que han llenado las redes sociales de mensajes de condolencia. Luis Piedrahita lo recordaba como “un cómico de pura cepa, uno de los de siempre. Un tío comprometido, culto y conocedor. Un clásico” y Borja Cobeaga, con el que trabajó en numerosas ocasiones desde Vaya Semanita como “un enorme actor y una de las personas más graciosas con las que trabajar e ir a cenar. También Diego San José, guionista de Ocho apellidos vascos ha añadido que a Cobeaga y a él les parecía el cómico que mejor se enfadaba en España y que hacía mejores sus películas porque por muy pequeño que fuera el papel, siempre terminaba robando la escena.