La influencia del caso Carlota Prado en el formato ‘Gran Hermano’: cero alcohol, protocolos antiabuso y expulsiones

La presunta violación que se produjo en la versión española de ‘Big Brother’ en 2017 ha tenido consecuencias en muchos de los países que emiten el reality

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Carlota Prado durante su participación
Carlota Prado durante su participación en el programa 'GH Revolution'.

Gran Hermano vuelve a la pequeña pantalla. Así lo ha anunciado Carlos Sobera en la noche de este miércoles durante la emisión Supervivientes: Tierra de nadie, haciendo coincidir la noticia con el 24 aniversario del estreno del concurso. De momento no hay fecha de estreno, pero según ha contado el presentador el casting está a punto de comenzar, pues aquellos que quieran participar ya pueden inscribirse en la página web de Telecinco. El premio para el ganador de esta edición será de 300.000 euros.

Si bien se trata de una vuelta esperada, también es polémica, pues cabe recordar que el que antaño fuera el reality estrella de Telecinco terminó a causa de un abuso sexual que se produjo en la casa de Guadalix de la Sierra.

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Es el caso Carlota Prado, el cual supuso la desaparición indefinida de Gran Hermano de la televisión española. Tras conocerse la presunta violación que sufrió la concursante en GH Revolution en el año 2017, la amenaza de boicot y la consecuente fuga de anunciantes obligó a Mediaset a retirar el programa de la parrilla de Telecinco hasta que hubiera una resolución judicial al respecto, sentencia que se ha conocido este lunes y que no es favorable para la productora.

En España, la polémica por este asunto obligó a la cadena y a la compañía encargada del programa, Zeppelin TV, a adoptar medidas preventivas para evitar que se repita una situación similar. De hecho, a finales de 2020 la productora hacía público su protocolo de actuación ante situaciones de abuso en entornos de alta visibilidad, una guía elaborada con la supervisión de expertos que no sólo se aplicará en los formatos firmados por Zeppelin, sino que se ha puesto a disposición de toda la industria.

Ese protocolo propone medidas como formar al personal de la compañía, evitar proporcionar alcohol a los concursantes, acortar al máximo los tiempos de reacción, no actuar en función de si lo que se ha producido es constitutivo de delito o no, realizar la comunicación a la víctima en un ámbito privado y en una ubicación diferente al espacio habitual del programa y garantizar la confidencialidad y el derecho a la intimidad de la víctima.

Las consecuencias en ‘Big Brother’

No solo en España se han tomado medidas tras el caso Carlota Prado. El formato internacional Big Brother también ha adoptado importantes cambios en su normativa para prevenir posibles situaciones de abuso en el reality, unas medidas que beben directamente del protocolo elaborado por Zeppelin en España.

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Así, en la décima edición de Gran Hermano en Argentina, que acaba de celebrar su final, se ha implantado el conocido como Thumbs up (pulgares arriba), que obliga a los concursantes que vayan a mantener relaciones sexuales a indicar a la cámara que se trata de un encuentro consentido por ambas partes, haciendo un gesto de aprobación previo al encuentro. Esta llamativa norma preventiva ya se pudo ver en España durante la emisión de Secret Story en Telecinco.

Además, el programa argentino también impone la condición de que los concursantes que vayan a tener encuentros íntimos tengan que estar sobrios, evitando así situaciones como la que se produjo en España con Carlota Prado, quien estaba prácticamente inconsciente en el momento en que se produjo el presunto abuso sexual que ahora está siendo juzgado.

Más allá de las medidas de prevención, el formato internacional también ha incrementado su vigilancia ante las situaciones de abuso, implantando castigos inmediatos y radicales para quienes sobrepasen la línea del consentimiento. El ejemplo más reciente es el que se produjo en Big Brother Brasil, donde dos concursantes fueron expulsados disciplinariamente por abusar de una compañera.

Los participantes en cuestión fueron el cantante Mc Guimê y el luchador de artes marciales Antônio Carlos. El primero acarició las nalgas y los senos de la influencer mexicana Dania Méndez, que se encontraba de intercambio procedente de La casa de los famosos. El segundo, por su parte, dio un beso en los labios a la misma concursante sin su consentimiento.

Los hechos se produjeron durante una fiesta y la propia víctima excusó a sus compañeros asegurando que no se había sentido agredida y que todo se debía a la ingesta de alcohol. A pesar de ello, la organización decidió expulsar a los agresores y la Policía Civil de Río de Janeiro anunció que abriría una investigación al respecto.

El juicio del caso Carlota Prado

El pasado mes de noviembre arrancaba el juicio por la presunta violación a Carlota Prado en ‘GH Revolution’. Nueve meses después de aplazarse ante los “problemas psíquicos de gravedad” alegados por la defensa de la víctima y tras varias complicaciones en el proceso, finalmente Carlota renunciaba a su acusación particular y la Fiscalía se veía obligada a tomar las riendas.

José María López ha sido
José María López ha sido condenado a 15 meses de prisión por abusar sexualmente de Carlota Prado. (MEDIASET)

La Fiscalía Provincial de Madrid solicitaba 2 años y medio de prisión para José María López Pérez, presunto autor del abuso, además de una indemnización de 6.000 euros por los daños morales causados a la víctima. Además, pide la misma cantidad a la productora por mostrar a la víctima las imágenes de los hechos a la mañana siguiente en el confesionario del programa, sin ningún tipo de apoyo psicológico ni nadie de la organización que la acompañara físicamente en el momento de conocer lo ocurrido.

Tras dos sesiones a puerta cerrada y la declaración de todas las partes, el caso quedó visto para sentencia el pasado 8 de noviembre y este lunes 17 de abril se conocía la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. El dictamen condena a José María López a 15 meses de prisión por un delito de abuso sexual y le obliga a indemnizar a la víctima con la cantidad de 6.000 euros, mientras que Zeppelin TV ha sido declarada responsable civil subsidiaria y deberá pagar 1.000 euros a Carlota Prado.

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