‘Fenómenas’: Humor y fantasmas en la nueva película de Belén Rueda para Netflix

En 1987 José María Pilón Valero de Bernabé, más conocido como el padre Pilón, fundó el grupo Hepta, especializado en la investigación paranormal en el que había videntes, científicos y sensitivos. Entre sus casos más célebres, el del Palacio de Linares (actualmente sede de Casa América) y el del Baúl del Monje, una tienda de antigüedades donde se detectaron fenómenos inexplicables.

Ahora, el director Carlos Therón, recupera estos sucesos esotéricos que forman parte de la crónica sobrenatural de nuestro país para convertirlos en una película en la que se mezcla la comedia con el género de terror y que se centra en tres de las integrantes del grupo interpretadas por Belén Rueda, Toni Acosta y Gracia Olayo. Ellas son Sagrario, Gloria y Paz, y cada una se ha unido al padre Pilón (Emilio Gutiérrez Caba), por diferentes razones. Sagrario porque quiere encontrar a su marido después de su muerte y comunicarse con él, Gloria porque tiene la capacidad de hablar con los espíritus y Paz para registrar todas las sesiones.

“Me gustó mucho la idea de que se centrara alrededor de ellas. En el grupo había más gente, pero este trío femenino tenía mucha fuérzanos “, cuenta el director a Infobae España. Al principio reconoce que la película iba a incluir menos humor, pero que tras conocerlas en la vida real y repasar buena parte de la documentación y registros audiovisuales, supo que tenía que introducir esas notas cómicas “porque ellas hablan así”. Y sí, también fuman todo el rato. En sus bolsos llevan cartones e incluso en los momentos de más tensión tienen un cigarro en la boca. Y cuando terminan la jornada, un buen copazo.”

Carlos Therón es un auténtico especialista en comedia. Es el responsable de Fuga de cerebros 2, Impávido, Es por tu bien, Lo dejo cuando quiera y Operación Camarón. Sabe cómo manejar repartos corales y su precisión a la hora de orquestar el timing de los gags resulta portentosa. Pero hacía tiempo que esperaba poder abordar otro género y no seguir siempre encasillado. Pertenece a una generación que se formó viendo películas en el Festival de Sitges, junto a Javier Ruiz Caldera o Paco Plaza, así que hacer una incursión en el terror era algo que le apetecía mucho. “Yo me formé con el horror ochentero, que era mucho más lúdico que el actual, y quería recuperar ese aspecto juguetón y disfrutable que, en muchos aspectos, se ha ido perdiendo. Nosotros decíamos que estábamos haciendo terror de señoras con palomitas”, bromea el cineasta durante la conversación.

El director se introdujo de lleno en los casos del grupo Hepta. Había mucho material grabado y se nutrió de todo ello para construir una ficción junto a los guionistas Fernando Navarro y Marta Buchaca. La clave, jugar con los tonos, desde la aparente ligereza inicial pasando por el thriller hasta llegar a una parte más oscura.

Una de las cosas que más disfrutó Therón fue el rodaje en los decorados que reproducían la casa del anticuario, repletos de objetos y en el que las ventanas y los reflejos cobran una importancia fundamental, con referencias a Hitchcock incluidas. Y está especialmente contento con el trabajo de las actrices. “Aunque eran muy diferentes entre sí hicieron una piña y se compenetraban a la perfección, y eso se nota en la película, el buen rollo que había entre ellas. Incluso cuando terminó el rodaje, pedí que me metieran en su grupo de chat, aunque fuera el único chico”. En ese sentido, además de la presencia de Belén Rueda (con un buen cardado), a la que el director llama ‘la Sigourtney Weaver del cine español’, y del talento natural de Gracia Olayo, sorprende una Toni Acosta en un registro inesperado, sobre todo en las posesiones, y también Miren Ibarguren, convertida en una portera psicópata.

Después del éxito de Verónica, el cine español ha rescatado esa crónica paranormal oculta de nuestro país para convertirlas en ficciones. Ahí están para demostrarlo películas como Malasaña 32 o 13 exorcismos, así que los casos de Jiménez del Oso y de Cuarto Milenio están teniendo una nueva vida en la pantalla.