Ana Obregón sigue mostrando en redes su felicidad tras haber cumplido con la que asegura que era la última voluntad de su hijo antes de morir: ser padre. La actriz ha compartido varias fotografías de Aless en su perfil de Instagram justo el día en que se cumplen 35 meses de su fallecimiento. Además, le ha dedicado un emotivo texto.
“Mi Aless. 35 meses sin ti, mi vida. 35 meses viviendo un infierno con un único motivo para vivir: cumplir tus tres deseos que el cáncer te robó”, comienza escribiendo.
“Tú fundación ya está salvando vidas”, prosigue Ana, desvelando así el primer deseo del joven. Y añade: “Tu maravilloso libro que no pudiste terminar y yo abracé con mis palabras, ‘El chico de las musarañas’, ya va por su segunda edición y aún no ha salido a la venta”.
Pero, sin duda, el deseo más difícil de cumplir y que más polémica ha generado es el de tener descendencia, algo que la actriz acaba de hacer realidad. “Tu hija, esa princesa que me ha robado el corazón, cambiando las lágrimas por pañales”.
“Cuando la abrazo es como si volviera a abrazarte a ti, y esa sensación solamente la puede entender una madre o un padre que han perdido un hijo”, relata Ana a un mes de que se cumplan tres años de la muerte de su hijo a causa de un cáncer. “Espero no haberte defraudado como madre. Eres el amor de mi vida en el cielo y tu hija, el amor de mi vida en la tierra”, concluye.
La polémica del testamento ológrafo
Alessandro Lequio ha guardado un misterioso silencio desde que se conociera que Ana Obregón ha hecho realidad la última voluntad de su hijo Aless antes de morir. El italiano ha mantenido un perfil discreto en esta historia, aunque sus escuetas intervenciones dejan entrever que entre él y su expareja existe un total desacuerdo con respecto a la paternidad póstuma de su hijo.
Después de que la actriz haya hecho referencia en su exclusiva en Hola al testamento ológrafo de su hijo, el colaborador de El programa de Ana Rosa ha querido matizar esas declaraciones y aclarar que ese tipo de últimas voluntades deben plasmarse por escrito.
Era la periodista Paloma García Pelayo quien recordaba las palabras de Ana: “En las primeras declaraciones oficiales de aquella entrevista, ella dice ‘su padre Alessandro y yo estuvimos presentes cuando Aless nos pidió que quería tener descendencia’. Ella lo califica como testamento ológrafo y Ana pone a Alessandro en su boca en ese momento”, explicaba.
El italiano respondía entonces con contundencia: “Solo un matiz, creo que se equivoca porque un testamento ológrafo es un testamento escrito, no hablado. Es un matiz importante”, sentenciaba. De esta manera, Alessandro daba a entender que, si bien podía ser cierto que él estuviera presente cuando su hijo expresó su voluntad de ser padre, esto no podría recibir la calificación de testamento ológrafo puesto que ese deseo no llegó a refrendarse en un documento escrito.