La tierra batida se ha tragado a los tenistas españoles sin ningún tipo de compasión en esta edición del Masters 1000 de Montecarlo. La gira de arcilla no ha podido empezar con peor pie para los nuestros: por primera vez desde 1987 no habrá presencia de la raqueta nacional en los octavos de final de un torneo siempre talismán. La ausencia de representantes se ha consumado este miércoles, cuando Roberto Bautista, el último español en pie, ha caído contra Alexander Zverev por un doble 6-4.
Las cosas han ido tan bien casi siempre en tierras monegascas que hay que viajar 36 años atrás en el tiempo para encontrarse una situación idéntica a la actual. Entonces fueron los hermanos Sánchez Vicario (Emilio y Javier) y Sergio Casal quienes no prosperaron demasiado en Montecarlo: los tres jugadores cayeron en su debut. No les ha ido mucho mejor a los cinco tenistas españoles presentes en la edición de 2023.
De entrada, estaba claro que nada iba a ser lo mismo: tanto Carlos Alcaraz como Rafa Nadal, los dos grandes referentes del tenis masculino español, han causado baja en el torneo. El primero, por sufrir artritis postraumática en la mano izquierda y molestias musculares en la columna. El segundo, porque todavía no ha vuelto a las pistas desde enero, cuando se rompió (el psoas-ilíaco de la pierna derecha) en el último Abierto de Australia.
Se partía, por tanto, sin dos favoritos indiscutibles en cualquier torneo de enjundia que se precie, y más en tierra. Aun así, no se descartaba alguna sorpresa por parte de alguno de los miembros de la segunda unidad de la ‘Armada’. Una que sí llegó en 2022 y que se frustró a las primeras de cambio un año después.
Davidovich no repite gesta
Defender la final de la pasada edición le ha costado caro a Alejandro Davidovich. El malagueño se encontró con un hueso duro de roer como es el ruso Karen Khachanov en primera ronda y no pudo evitar decir adiós a Montecarlo (doble 6-2). Allí obtuvo antaño 600 puntos que ahora, al no ser igualados o superados, le supondrán pasar de ser el número 24 del ranking ATP (mejor clasificación de su carrera) a quedarse cerca del puesto 40.
Bernabé Zapata y Albert Ramos corrieron la misma suerte que Davidovich. El primero cayó ante Benjamin Bonzi por 6-1 y 7-5, mientras que el segundo recibió un 6-4 y 6-3 de manos de Jan-Lennard Struff. Bautista sí pudo superar la primera ronda de Montecarlo, en la que se deshizo de Filip Krajinovic en tres sets (5-7, 7-6 y 6-1). También lo consiguió Jaume Munar, que acabó con Marc-Andrea Huesler (7-6, 4-6 y 6-4). Sin embargo, tanto la aventura de Bautista como la de Munar terminó en segunda ronda: ni Zverev ni Andrey Rublev (victoria por 4-6, 6-2 y 6-2 frente a Munar) dieron opción. Así pues, Montecarlo perdió para la causa toda presencia en su Masters 1000 del país que más gloria le ha dado al torneo a lo largo de los años.
Un idilio de época
Fue en 1960 cuando Andrés Gimeno logró el primer título de un tenista español en Montecarlo. Manolo Santana también conquistó el torneo en 1966 y Manuel Orantes hizo lo propio en 1975. Hubo que esperar hasta 1991 para que Sergi Bruguera devolviese el trofeo a nuestro deporte de la raqueta, conquistándolo de nuevo en 1993. En 1998, fue el turno de Carlos Moyá.
Juan Carlos Ferrero fue otro vencedor español por partida doble (2002 y 2003). Después, llegó Nadal, el jugador de cualquier nacionalidad que más veces se ha impuesto en Montecarlo. El torneo no conoció otro ganador entre 2005 y 2012, llevándoselo también el manacorense en 2016, 2017 y 2018.
La sombra española en Mónaco es todavía más alargada si tenemos en cuenta los finalistas y el cuadro de dobles: Albert Costa, Álex Corretja, Fernando Verdasco, David Ferrer, Albert Ramos, Davidovich, Juan Gisbert, Sergio Casal y Emilio Sánchez Vicario, Javier Sánchez Vicario, Tommy Robredo junto a Nadal, Feliciano López y Marc López...
Toda una epopeya reconvertida en tragedia para esta ocasión. Habrá que esperar a Barcelona, Madrid, Roma y, sobre todo, a la arcilla de Roland Garros para buscar de nuevo la gloria sobre el albero.