Rosalía subasta varios objetos personales: del traje del ‘Motomami Tour’ a una lata de Coca-Cola firmada

Rebuscas en tu armario buscando algo de cuero. Te acercas a la ventana y una masa de aire caliente se te pega al cuerpo. Hace calor, es julio, vives en España y aunque Rosalía pueda permitirse actuar durante dos horas con un outfit de dos piezas de Dion Lee en su Motomami World Tour, tú no. Lo que hay en los burros y los cajones no se asemeja a lo que la artista ha bautizado como un look Motomami, así que te resignas a ponerte una camiseta básica, una falda de tablas de polipiel con olor a gasolina barata y unas botas hasta la rodilla que, durante los dos días posteriores, dejarán en tus piernas una sensación de amputación por una cuestión de escasa circulación sanguínea.

Ocho meses después de haber conseguido que medio mundo copiase los estilismos creados en exclusiva por la marca australiana, Rosalía subasta uno de los trajes más icónicos de la gira. Se trata de la cazadora y falda de cuero de color rojo que provocó una reacción en cadena en los conglomerados textiles, que trabajaron horas extra para sacar rédito a la tendencia de vestir como motorista sin siquiera saber montar en scooter. Lo ha hecho en la casa de subastas Julien’s y, de momento, la última puja eleva el precio del look a los 8.000 dólares (unos 7.333 euros). No es el único objeto donado por la artista, que se ha sumado a la iniciativa de la mano de Coca-Cola. Hay una lata de su última colaboración con la marca de refrescos, un póster, el casco empleado para el anuncio... todo ello firmado por la intérprete. Sello de garantía Motomami. La subasta está abierta hasta el próximo 24 de abril, por lo que el precio final de recaudación sigue siendo el mayor interrogante. De momento, las estimaciones de Julien’s han sido desbancadas por la furia groupie.

Si la empresa esperaba que, por una lata firmada por la propia Rosalía la recaudación girase en torno a los 100 y 200 dólares, la última puja se sitúa en los 600 (unos 550 euros). El dinero recaudado será donado a la Fundación Antonio Gala, con sede en España, que ofrece becas a jóvenes creadores. A falta de 13 días para que el mazo virtual golpee el atril, la suma total asciende a los 16.000 dólares (cerca de 14.700 euros).

No es la primera vez que Rosalía aprovecha el tirón de la estética Motomami, su tercer álbum de estudio que la convirtió en fenómeno global en 2022, para donar algunas de las piezas más icónicas de su universo artístico. En enero de este año, la catalana participó en la campaña Cap nen sense joguina (traducido como ningún niño sin su juguete), un maratón solidario organizado por la Cadena SER que recauda, desde hace más de medio siglo, fondos para dar juguetes a las familias en riesgo de exclusión social.

Para la ocasión, la intérprete subastó el casco Motomami que empleó en el directo de TikTok cuando presentó el adelanto de su álbum. El objeto se vendió por 8.200 euros, un récord de campana, pues ninguna pieza había superado los 7.000 euros en la historia de la iniciativa creada por la emisora.

Con un estilismo más cándido, de la mano de la firma Acné Studios, pero sin dejar de lado el negro Kawasaki, Rosalía se encuentra en plena gira de festivales. La próxima parada es Coachella, uno de los eventos musicales más importantes del año. Ya ha pasado por Argentina, México, Brasil, Colombia, Chile y Paraguay, y a principios de junio regresa a su ciudad natal, Barcelona, como cabeza de cartel del Primavera Sound.

Habrá que esperar algunos meses más para saber si alguno de los nuevos estilismos formará parte de alguna pestaña de la web de Sotheby’s. Aunque no le queden más cascos de moto para donar, la iconografía Motomami sigue vigente.