Pedro Sánchez acelera los cambios en el PSOE para frenar la caída en las encuestas de los socialistas españoles

Por primera vez desde que llegó al Gobierno en 2018, el oficialismo cae en los sondeos oficiales por debajo del PP en intención de voto de cara a unas elecciones generales

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Spain?s Prime Minister Pedro Sanchez arrives for the state of the nation debate in parliament, in Madrid, Spain, July 12, 2022. REUTERS/Susana Vera
Spain?s Prime Minister Pedro Sanchez arrives for the state of the nation debate in parliament, in Madrid, Spain, July 12, 2022. REUTERS/Susana Vera

Pedro Sánchez y el PSOE viven el momento más delicado desde que llegaran al poder en 2018. Los severos castigos electorales cosechados en el último año -Madrid, Castilla y León y, sobre todo, Andalucía- dibujan un escenario desalentador para los socialistas de cara al próximo ciclo electoral, en 2023. La crisis provocada por la pandemia y acentuada por la guerra de Ucrania han alimentado la desafección social que se palpa en España con respecto al presidente, su Gobierno y el partido que lo sustenta.

Este martes se ha conocido un dato más que ha venido a corroborar la crisis de los socialistas españoles. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), responsable de los estudios que mes a mes miden la temperatura política del país, ha situado al Partido Popular por encima del PSOE en intención de voto. Desde que Sánchez es presidente del Gobierno, esta es la primera vez que los conservadores se convierten en la opción favorita de los españoles para ocupar el poder.

El PP obtendría, según este organismo oficial presidido por el socialista José Félix Tezanos, confeso sanchista, el 30,1% de los votos si las elecciones se celebraran hoy. El PSOE, por contra, se quedaría en el 28,2. No es sólo que el PSOE haya caído respecto al barómetro anterior, sino que la subida del PP es considerable. Los socialistas han pasado en un mes -de junio a julio- del 29,2% en intención de voto al 28,2%. Los conservadores han incrementado el apoyo en más de tres puntos: del 27% al 30,1%.

Otro dato a tener en cuenta: Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP tras la crisis de los conservadores que concluyó con la dimisión del anterior líder, Pablo Casado, es el político mejor valorado por los españoles. Este puesto lo ocupaba antes Yolanda Díaz, cara visible del nuevo proyecto de izquierdas Sumar y vicepresidenta del Gobierno. Sánchez está en tercera posición.

La ya ex vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra.
La ya ex vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra.

La dimisión de la número 2 del PSOE

La encuesta es, sin embargo, una foto fija de un momento de crisis continua. El lunes dimitió la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra. La que fuera número dos del partido alegó de forma oficial motivos personales y cambios en su vida para dejar su papel en el partido. Embarazada, Lastra lleva dos semanas de baja laboral.

La realidad, sin embargo, es otra. O tiene, al menos, más ingredientes además de los ‘personales’. La semana pasada Sánchez, en su estrategia de revitalizar al PSOE, mantuvo una reunión con la todavía vicesecretaria del partido para informarle de los cambios que pretendía introducir en la organización. Los planes de Sánchez no fueron del agrado de Lastra, que anunció su dimisión pocos días después de ese encuentro.

La número dos del PSOE estaba enfrentada de forma directa a Santos Cerdán, secretario de Organización del partido, el cargo más fuerte dentro de la formación socialista. Además, su papel en el PSOE y su estrecha relación con el propio Sánchez empezó a menguar cuando hace un año fue apartada del cargo de portavoz socialista en el Congreso de los Diputados.

La caída de Lastra, que hace pocos meses fue designada vicesecretaria del partido en el 40º Congreso del PSOE, se daba por descontada desde hace tiempo. Máxime cuando en muchos sectores se la ha responsabilizado de los fracasos electorales recientes.

En mayo de 2021 el PSOE perdió el segundo puesto en la Comunidad de Madrid, donde el PP, de manos de Isabel Díaz Ayuso, obtuvo un triunfo rotundo que lo acercó a la mayoría absoluta. En febrero los socialistas dejaron de ser la primera fuerza política en Castilla y León, y el pasado 19 de junio perdían de forma aplastante su feudo histórico de Andalucía. Si bien ya gobernaba el PP, nunca antes la derecha había obtenido mayoría absoluta.

Comité Federal urgente

Sánchez ha convocado para este mismo sábado al Comité Federal del PSOE, el máximo órgano del partido entre congresos. El único con capacidad para hacer cambios ejecutivos en los órganos del partido. Es posible que, como ha pasado en otras épocas del partido, no haya una vicesecretaría general, y que entren en el organigrama personas próximas al presidente del Gobierno que, sobre todo, pueden dedicarse en exclusiva al partido.

En el Comité Federal se sientan todos los barones del partido. Se espera que Sánchez no sólo haga cambios en su formación,, sino que éstos afecten de manera directa o indirecta al Gobierno. Será, dicen los analistas, el punto de inflexión con el que el presidente de España y secretario general de los socialistas tratará de relanzar el partido de cara al próximo otoño y a las citas electorales de 2023. Relanzarlo y evitar su continua caída.

Uno de los problemas fundamentales que detectan los socialistas es el de la comunicación. No sólo la comunicación de las acciones de Gobierno, sino la comunicación entre el partido y el Ejecutivo. Y de esto se responsabiliza también a la dimitida Lastra. Resolver esto se considera clave de cara a las próximas citas electorales si el PSOE pretende mantener poder territorial y el Gobierno de España.

El 26 de mayo de 2023 se celebrarán elecciones municipales y autonómicas -en 12 comunidades- y los socialistas se juegan el gobierno en varias regiones: Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón, Baleares, Valencia, Asturias, La Rioja, Navarra, Canarias… Hay encuestas internas que indican que a estas alturas el PSOE perdería el poder en al menos seis de esos territorios. Tras este primer asalto en las urnas, el enfrentamiento final: las elecciones generales previstas en principio para diciembre del ‘23.

Spanish Prime Minister Pedro Sanchez arrives for the European Union leaders' summit in Brussels, Belgium June 23, 2022. REUTERS/Yves Herman
Spanish Prime Minister Pedro Sanchez arrives for the European Union leaders' summit in Brussels, Belgium June 23, 2022. REUTERS/Yves Herman

Desafección hacia el PSOE

La dura derrota de los socialistas en Andalucía hace difícil atisbar un buen futuro para el partido. Andalucía aporta 64 de los 350 diputados del Congreso. Ha sido la plaza PSOE sobre la que el PSOE ha cimentado históricamente sus grandes triunfos electorales. El mayor problema de los socialistas en los últimos meses, y así se ha visto en las votaciones andaluzas, es que la desafección de sus votantes va en aumento. No gusta el Gobierno de coalición con Podemos, y menos los pactos con Bildu -brazo político de la extinta banda terrorista ETA- para sacar adelante algunos de los proyectos clave del Ejecutivo. Entre ellos los presupuesto generales del Estado.

Muchos votantes del PSOE han preferido en las últimas elecciones -según los análisis poselectorales de trasvase de votos- quedarse en casa o, en algunos casos, votar al PP para evitar -caso de Andalucía- la entrada de la ultraderecha de Vox en el Gobierno.

El propio CIS analizó el 6 de julio los resultados en Andalucía y advirtió que el Partido Popular atrajo al 15,6% de los votantes socialistas en los comicios de 19 de junio. Este es el gran temor del PSOE de cara a 2023. Máxime cuando la crisis económica ha disparado la inflación -al 10,2% en junio-, con los precios de la electricidad y el combustible en máximos históricos.

No sólo las encuestas, sino el estado de ánimo general, según reconocen destacados socialistas, es desfavorable y cada día, si no hay una más que improbable mejora de la economía en el último tramo del año, la derrota del PSOE en unas elecciones generales parece más próxima.

Una de las opciones a las que se aferra Sánchez, además de una posible salida de la crisis, es la presidencia de la Unión Europea, que recae sobre España en el último semestre de 2023 y que lo pueden poner en primer plano de la política internacional y, así, relanzar su figura.

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