El volcán Cumbre Vieja, situado en la isla canaria de La Palma, enmudeció al cesar los constantes temblores a última hora del lunes, aunque los expertos advirtieron que esto no significa necesariamente que la erupción esté llegando a su fin después de 85 días, y recomendaron esperar.
La erupción, que ha hecho correr ríos de lava fundida por las laderas de Cumbre Vieja durante semanas, es la más larga en la isla del archipiélago español de Canarias desde que se iniciaron los registros en 1500.
La tranquilidad del lunes por la noche y del martes por la mañana se produjo tras la emisión de densas nubes tóxicas de dióxido de azufre el lunes por la mañana, lo que provocó el confinamiento de aproximadamente un tercio de la población de la isla.
Desde el inicio de la erupción, el 19 de septiembre, miles de personas han sido evacuadas, al menos 2.910 edificios han sido destruidos y el principal medio de vida de la isla, las plantaciones de plátanos, ha quedado devastado.
Stavros Meletlidis, vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional, dijo que había múltiples explicaciones posibles.
Alrededor de una semana después del inicio de la erupción, la actividad sísmica disminuyó repentinamente durante varias horas antes de reanudarse con renovado vigor, un patrón que no es infrecuente en las primeras etapas de una erupción, según Meletlidis.
Sin embargo, después de casi tres meses de actividad, la erupción se encuentra en una fase diferente y podría estar perdiendo fuerza, ya que podría estarse produciendo una disminución de los niveles de gases o del volumen de magma, agregó.
Sin embargo, podría ser el resultado de un bloqueo entre las cámaras de magma subterráneas y el respiradero de la superficie, en cuyo caso la presión seguiría aumentando hasta alcanzar la masa crítica y provocar nuevas explosiones.
Antes de declarar definitivamente terminada la erupción, los científicos estarán atentos para comprobar que hay un periodo de al menos 48 horas sin actividad sísmica ni erupción en la superficie, dijo Meletlidis.
“No podemos decir que nos encontremos ante lo que usted quiere y yo más que usted: que esto se acabe”, contestó Miguel Ángel Morcuende, vocero del comité técnico del Plan de emergencia volcánica de Canarias (Pevolca) ante la petición de los medios para que interpretara los indicadores favorables de las últimas horas.
También hace dos días la situación parecía calmada y sin embargo el lunes, entre las 17.45 y las 19.00 horas hubo “una importante fase explosiva” con eyección de ceniza y caída de bombas lávicas, antes de desaparecer la actividad, que ha quedado en “una débil actividad fumaroliana”, detalló Morcuende.
Por eso, “la impresión puede ser una y la realidad puede ser otra”, así que la actitud del comité científico del Pevolca es “de prudencia, tranquilidad y espera. En principio esto va razonablemente bien pero nada más”, indicó el portavoz.
Por su parte, el vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional Rubén López afirmó este martes que la bajada total del tremor en las últimas horas es un dato a tener muy en cuenta para la evolución de la erupción volcánica, ya que es la primera vez que se registra un periodo tan largo de tranquilidad en la actividad del volcán.
(Con información de Reuters y EFE)
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