La búsqueda de energías renovables y prácticas que no sean nocivas para el medio ambiente son una cuestión de agenda para varios países del mundo y la Argentina no es la excepción. En la localidad correntina de Gobernador Virasoro, se está llevando a cabo la construcción de una planta de energía eléctrica a partir de biomasa forestal que generará 40 MW de energía para abastecer a la región.
El aserrín, las cortezas de pino y otros otros residuos biodegradables son considerados biomasa forestal. Son una fuente de energía renovable basada en la utilización de la materia orgánica que sirve como fuente de energía limpia.
El hecho de utilizar desechos forestales para la generación de energía eléctrica evita la quema al aire libre, que puede generar problemas de contaminación por emisión de gases tóxicos. También evitará la acumulación en basurales, que produce metano, cuyo potencial de efecto invernadero es 21 veces superior al del dióxido de carbono.
La obra significó una inversión de 60 millones de dólares por parte del grupo FRESA (Fuentes Renovables de Energía S.A), el proyecto generó 200 empleos directos para la realización de la obra y el montaje electro-mecánico. También participaron 500 personas de todo el país como proveedores.
La central es el primer proyecto de Grupo INSUD en el sector de energías renovables. Se estima que la obra será finalizada a mediados de 2019. La misma permitirá diversificar la matriz energética, contribuirá al desarrollo industrial de la zona y va a generar nuevos puestos de trabajo con mano de obra calificada.