Es difícil condensar o resumir los 5.000 años de historia de China. Su aporte cultural y artístico es inmenso y está atravesado por hechos y corrientes filosóficas como el confusionismo, el Feng Shui, el Budismo, el Dao y otros inconmensurables aportes a la música y la vida espiritual que datan desde el tiempo del "Emperador Amarillo", fundador de la cultura del "Camino Celestial".
Es por eso que un espectáculo como el presentado por Shen Yun es un hecho emocionante y destacable, tanto por la destreza física de los más de 50 bailarines que participan como por su capacidad de representar todo este aporte artístico y transformarlo en imagen y movimiento.
El mes de marzo es entonces una oportunidad de ver en vivo a la mejor compañía de danza y música chinas, Shen Yun Performing Arts, que se encuentra actualmente en Buenos Aires con distintas presentaciones en el Teatro Ópera, que repasan distintos mitos, leyendas e historias clásicas de la historia de China.
El renacimiento
En 2006 surgió Shen Yun. Ese año, un pequeño grupo de artistas chinos se reunió con la misión de revivir su patrimonio cultural. Fundaron Shen Yun en Nueva York y, aprovechando la libertad artística, se embarcaron en la valiosa aventura de ponerle música y movimiento a su cultura. "Shen Yun significa literalmente 'Porte divino' y connota la belleza de los seres divinos al danzar", cuenta Julianne Xu, una de las maestras de ceremonia bilingües que tiene la compañía. "Es un grupo artístico poco común. Shen Yun presenta al público de todo el mundo una cultura verdadera".
Shen Yun combina danza y música chinas tradicionales, llevando a los
espectadores por un viaje a través de 5.000 años de historia, pero haciendo también uso de las últimas tecnologías: fondos digitales abarcan todo el escenario y transportan al público a tierras y tiempos lejanos. Una orquesta única en el mundo que combina instrumentos occidentales y chinos que acompaña a los bailarines con melodías originales.
Entrenamiento de cuerpo y espíritu
El núcleo de las actuaciones de Shen Yun es la danza clásica china, una forma de arte que cuenta con su propio sistema de movimientos y de entrenamiento. Dinastía tras dinastía se transmitió entre el pueblo, en palacios imperiales y en obras dramáticas antiguas. Se ha refinado durante miles de años hasta convertirse en un sistema de danza distintivo que expresa la estética tradicional.
La danza clásica china es conocida por su expresividad. Los bailarines buscan reflejar un amplio rango de emociones y virtudes –rectitud, lealtad, benevolencia, tolerancia–. Los movimientos pueden ser delicados, vigorosos o elegantes, sombríos o alegres.
Para Shen Yun, el mundo interior de un bailarín es tan importante como su destreza o potencia física. Se presta especial atención a la sincronización de la respiración con los gestos, lo que hace que parezca que los movimientos emanan directamente del alma del bailarín.
La forma externa de la danza china incluye cientos de movimientos y posturas. Un bailarín consumado hace que parezcan naturales, a pesar de que requieren una coordinación inmaculada de todo el cuerpo, lo que lleva años de riguroso entrenamiento. "Cada célula del bailarín –desde los dedos de los pies hasta las yemas de los dedos de las manos, desde el ángulo de la cabeza hasta la dirección de la mirada– tienen que estar en perfecta armonía", explican desde Shen Yun.
Además de la danza clásica china, Shen Yun presenta una variedad de danzas étnicas y folklóricas, mostrando la gran diversidad de China. El show lleva a cabalgar con los mongoles por vastas praderas, para luego escalar los Himalayas tibetanos o tocar los tambores de guerra en un antiguo campo de batalla.
Últimas funciones en Buenos Aires desde el jueves 8 al domingo 11 de marzo en el Teatro Ópera. Las entradas se adquieren en los sitios oficiales de venta: boletería del teatro (lunes a domingos de 10 a 20 hs), www.ticketek.com.ar y www.shenyun.com
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