Todos aquellos nacidos en fechas importantes (especialmente durante las fiestas) comparten una misma sensación. Esos días obligan a plantearse una elección -un festejo u otro- y generan una emoción que no llega a ser negativa, pero que se repite año tras año y que, de algún modo, puede traducirse y resumirse en desgano.
Un día que debería ser tan especial queda reducido a un segundo plano, a una celebración accesoria. Y el boicot festivo se intensifica si el cumpleaños coincide con la Navidad porque, es sabido, nadie que haya nacido un 25 de diciembre recibe dos regalos. Un único paquete por todo concepto acompañará a la soledad de no festejar con amigos y al recuerdo traumático de nunca haber podido repartir invitaciones entre los compañeros de colegio. Sin dudas, cumplir años en navidad no es lo ideal para planificar un programa entre amigos.
Pero toda regla tiene una excepción, y toda excepción constituye una oportunidad. Y ahí es donde entra en juego la original propuesta de Stella Artois, que nació como una cerveza de temporada navideña. La cervecería comienzó a escribir su historia en 1366, y fue el trabajo de Sebastian Artois como maestro cervecero el que le dio a su producto una identidad reconocida y también un nombre: Stella significa "estrella" en latín. La Estrella de Belén. La de Navidad. La producción se multiplicó y la cerveza comenzó a comercializarse durante todo el año.
Alguien tenía que pensar en esas "Víctimas de Navidad" que llevaban toda una vida de saludos frustrados y regalos ausentes. Por eso, la cervecería belga eligió festejarle el cumpleaños a todos aquellos que, como la marca, cumplen en Navidad. Y la celebración fue a lo grande: con un evento para 250 personas el pasado miércoles 20 de diciembre en el Campo Argentino de Polo, al que no sólo asistieron los nacidos el 24 y el 25 de diciembre, sino también sus amigos, para que la fiesta sea completa.
El evento contó con la presencia de 250 invitados, que enterados de la iniciativa se sumaron al festejo junto a sus amigos. La noche de verano maridó de manera ideal con la música y las Stella Artois fueron servidas a la temperatura exacta de tres grados.
La iniciativa fue agradecida por estas "víctimas de navidad", que aprovecharon para tomarse revancha por la acumulación de festejos frustrados.