Ratones Paranoicos: la resurrección

La formación original de la banda volvió a presentarse después de casi siete años para 25.000 personas en el marco del Isenbeck Rock n' Chop. Crónica de un retorno inesperado y sorprendente

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Juanse encomendado a su público.
Juanse encomendado a su público. (Rodrigo Alonso)

Hacia las seis de la tarde del sábado, en las inmediaciones del Hipódromo de Palermo, se empezó a dibujar un paisaje poco habitual: en lugar de los runners eventuales o los viejos burreros, aparecieron ellos, los miembros de todos los clanes de la familia stone argentina, avanzando con sus flequillos, melenas, camperas de jean y cuero, calzas batik y zapatillas de lona. Todo para vivir el reencuentro con sus deidades locales: Los Ratones.

Lo primero en llenarse fue el Beer Garden, donde Isenbeck ofreció cerveza rubia tirada y sus variedades Dark y Märzenbier. Para las 19 horas, ese lugar ya se había convertido en el principal punto de encuentro y frenesí paranoico. Desde ahí comenzaron los primeros cánticos: "Oh, vamo lo rató".

Minutos antes de que empezara el show, el espacio ya estaba prácticamente repleto. Las luces se apagaron y las pantallas proyectaron las imágenes de la formación original de los Ratones Paranoicos: Juanse, Memi, Sarco y Roy. Ovación instantánea.

Juanse tuvo un excelente show.
Juanse tuvo un excelente show. Con una voz perfecta y grandes intervenciones con la guitarra. (Catriel Remedi)

La ceremonia

Sin mediar palabras, empezó a sonar el riff de "Ceremonia en el hall", ideal para resumir lo que cada fanático de los Ratones estaba transitando en ese momento. Un reencuentro de alegría y rocanrol, que era, hasta hace unos meses, totalmente improbable e inesperado. Pero sí, ahí estaban los Ratones, sonando -y viéndose- impecables.

En épocas de reencuentros forzados que muchas veces hacen agua, el de los Ratones sorprendió por varias cosas: increíble sonido, un Juanse con una voz perfecta, concentrado y afiladísimo con la guitarra. Sarco, Memi (con un clásico bajo Hofner al estilo de Paul McCartney) y Roy sonaron como si todos estos años hubiesen estado ensayando y preparando el show en secreto.

Vista frontal del escenario, con
Vista frontal del escenario, con una pantalla para cada uno de los fundadores de los Ratones. (Guido Adler)

"Falta mucho, por eso vamos a ir mechando. Estamos en el S.XXI", dijo Juanse. Y lo que sucedió en el escenario no dejó ver ninguna fisura, repasando lo más hitero, pero también lo más íntimo de su discografía: el tinelizado "Vicio", "Isabel", "Carolina", "Rock del pedazo", "Ya morí", "Boogie", "Una noche no hace mal", "El reflejo", "Vodka doble", "Rainbow", "Rock del gato", "Juana de Arco", "El centauro", "Cowboy" y "Para siempre" sonaron en las casi dos horas y media del show.

A la línea fundadora de Los Ratones también se sumaron nombres conocidos de la historia de la banda, como el "Zorrito" Von Quintiero (bajista de la banda entre 1997 y 2007), que aportó teclados a partir de "La calavera". Las Boconas y Gori (Fantasmagoria y ex Fun People) agregaron voces para darle un giro entre el gospel y el soul a distintos momentos del recital, llegando a uno de los puntos más altos durante "Isabel", de la mano de vientos funk súper precisos que también brillaron en varios pasajes más.

Sube y baja

Como en un viaje en el tiempo hacia sus años de oro, Juanse dejó su guitarra para treparse a una torre de audio y entonar (más bien gritar) las estrofas de "Enlace". Pura mística y delirio al grito de "Es sólo una vez más" por parte del resurrecto profeta paranoico, lejos de la tranquilidad de su viaje religioso fuera de los escenarios.

Probablemente este reencuentro tenga más apariciones en lo que resta del año. Además, el show del Isenbeck Rock n' Chop hasta tuvo el estreno de "Yo te amo", un tema inédito surgido en los ensayos previos a la presentación, que hace ilusionar hasta con un nuevo disco de estudio. ¿Sigue girando?