Blake Lively, protagonista de la película Romper el círculo, continúa en el centro de una batalla legal contra el actor, director y productor Justin Baldoni. Esta semana, sus abogados aseguraron que las acusaciones de acoso sexual y represalias en su contra están respaldadas por “hechos concretos”, y recharazon los intentos de minimizar el caso como un simple “conflicto creativo” sobre el filme en cuestión.
En un comunicado publicado por People el 6 de enero, el equipo legal de Lively argumentó: “Este no es un conflicto que surge de ‘diferencias creativas’ o una situación de ‘su palabra contra la de él’. Como se alega en la denuncia de la Sra. Lively, y como demostraremos en el litigio, Wayfarer [Studios] y sus asociados participaron en un astroturfing ilegal y en represalia contra la Sra. Lively por simplemente intentar protegerse a sí misma y a otros en el set de filmación. Y su respuesta a la demanda ha sido lanzar más ataques contra la Sra. Lively”.
El caso comenzó el 20 de diciembre de 2024, cuando Lively presentó una denuncia civil en el Distrito Sur de Nueva York, en la que alegó un comportamiento “perturbador” y “no profesional” de Baldoni durante la producción de Romper el círculo.
Entre las acusaciones, Lively detalló que Baldoni y otro productor habrían ingresado a su camerino sin permiso mientras ella estaba “desvestida” o “vulnerable,” que Baldoni la habría presionado repentinamente para “simular desnudez total” en una escena de parto, y que presuntamente improvisó contacto físico “no ensayado ni coreografiado” sin la participación de un coordinador de intimidad.
Por su parte, Bryan Freedman, abogado del actor y director, calificó las acusaciones como “falsas, indignantes e intencionalmente sensacionalistas”.
Asimismo, el 31 de diciembre, Baldoni presentó una demanda por difamación contra The New York Times, solicitando 250 millones de dólares, argumentando que el medio publicó un artículo “tendencioso” y “descontextualizado” basado en la denuncia de Lively. Freedman también alegó que el caso era parte de una “campaña calculada” de difamación orquestada por Lively.
Freedman también había indicado que Baldoni planea contrademandar a Lively directamente. En una entrevista con NBC News el 2 de enero, Freedman declaró: “Estamos trabajando en ello ahora. Absolutamente planeamos demandarla”. El abogado además indicó que su equipo está dispuesto a publicar “todos los mensajes de texto existentes” entre Lively y Baldoni para que el público pueda “determinar la verdad por sí mismo”.
No obstante, en el comunicado enviado a la revista People este lunes, los abogados de Lively condenaron la respuesta de Baldoni y su equipo, y sugirieron que es una estrategia habitual para desacreditar a su cliente.
“Una táctica clásica para desviar la atención de este tipo de acusaciones de conducta indebida es ‘culpar a la víctima’, sugiriendo que invitaron la conducta, se lo buscaron, malinterpretaron las intenciones o incluso mintieron”, señala el comunicado. “Otra táctica clásica es invertir los papeles de víctima y agresor, y sugerir que el agresor es en realidad la víctima. Estos conceptos normalizan y trivializan las acusaciones de conducta indebida grave”.
“Las declaraciones a los medios no son una defensa ante las acusaciones legales de la Sra. Lively”, subrayaron sus abogados en su comunicado. “Continuaremos procesando el tema en la corte federal, donde la ley determinará quién prevalece, no la hipérbole ni las amenazas”, indicaron a PEOPLE.
El caso también ha generado reacciones de terceras partes involucradas. Un portavoz de The New York Times defendió el trabajo del periódico que publicó un informe sobre la presunta campaña de desprestigio contra Lively. “Nuestra historia fue meticulosamente y responsablemente reportada. Planeamos defendernos vigorosamente contra la demanda de Baldoni”, respondió el vocero.