A sus 69 años, la diseñadora italiana Donatella Versace sigue sorprendiendo al mundo con la transformación de su apariencia, como quedó demostrado en el lanzamiento del musical The Devil Wears Prada en Londres, el pasado 1 de diciembre.
La creadora de la firma Versace, quien asumió la dirección artística de la casa de moda tras el asesinato de su hermano Gianni en 1997, generó revuelo al presentarse con un rostro más armonioso según los comentarios de los internautas.
Aunque ella jamás ha admitido haberse sometido una cirugía plástica, los cambios drásticos que ha experimentado su rostro a lo largo de los años han propiciado especulaciones constantes sobre su adicción a los retoques cosméticos.
En una entrevista de 2010 afirmó que no estaba en contra de los procedimientos de ese tipo para rejuvenecer o corregir algo que no le guste de sí misma. “No creo en lo totalmente natural para las mujeres. Para mí, lo natural tiene que ver con vegetales”, argumentó.
El antes y después de Donatella Versace
En la década de 1990, Donatella era reconocida por su apariencia fresca y natural, complementada por sus característicos cabellos rubios platino y un maquillaje ligero.
En 1997, cuando tomó el mando de la firma tras la trágica muerte de Gianni, sus primeras presentaciones públicas mostraban un rostro con líneas sutiles alrededor de los ojos, indicativo de su edad en aquel entonces.
Sin embargo, con el paso del tiempo, su imagen comenzó a transformarse. En 2013, durante el Vogue Festival, Donatella confesó: “No soy así genéticamente”, en referencia a su aspecto. También admitió el uso de Botox, pero aclaró que lo aplicaba únicamente en su rostro y no en su cuerpo, atribuyendo su figura a “trabajo duro en el gimnasio”.
Los años 2000: Comienzan los cambios visibles
Hacia principios de los años 2000, las especulaciones sobre intervenciones estéticas crecieron. Según Vicki Smith, de Absolute Aesthetics, por esta época ya era evidente el uso regular de fillers y, posiblemente, de procedimientos más invasivos.
En 2005, la diseñadora lanzó una confesión impactante para la industria: haber lidiado con una adicción a la cocaína durante 18 años. Tras un periodo en rehabilitación, reapareció con una piel notablemente bronceada y labios más prominentes.
Este look se convirtió en su estilo distintivo por una larga era, aunque los expertos comenzaron a notar algunas alteraciones a la forma de su rostro.
Para 2011, la cara de Donatella ya mostraba signos de procedimientos continuos. Según el Dr. Aamer Khan, especialista citado por el Daily Mail, “sus labios y mejillas definitivamente han pasado por un uso continuado de fillers”, y añadió que era probable que también se hubiese sometido a un lifting de cuello y rostro.
En 2014, durante un evento en São Paulo, Brasil, su frente lucía “vidriosa”, un signo de exceso de Botox. Y ese mismo año, Trudy Friedman, del Aesthetic Skin Centre, señaló que “sus labios, frente y mejillas son las áreas que más han cambiado, y sus cejas también se han desplazado notablemente con el tiempo”.
Un supuesto mago del bisturí
En su más reciente aparición en el musical The Devil Wears Prada, Donatella lució un rostro rejuvenecido y una piel impecable, lo que desató una ola de comentarios en redes sociales.
“Donatella, ¡luces INCREÍBLE!”, escribió un seguidor en Instagram. Otros especularon sobre intervenciones cosméticas avanzadas o, los más escépticos, sugirieron que Versace había usado filtros digitales.
En este contexto, surgieron comentarios como: “¿Es el mismo doctor de Lindsay Lohan?”, haciendo referencia a los cambios visibles y agradables en otras celebridades.