Babygirl, la próxima película protagonizada por Nicole Kidman y dirigida por Halina Reijn, llegará a los cines este 19 de diciembre. Sin embargo, ya ha generado un gran revuelo previo a su estreno debido a su trama con alto contenido sexual. Esto sumado a las múltiples declaraciones de Kidman sobre su experiencia en el set de grabación, las cuales sólo han aumentado las expectativas del público.
En una nueva entrevista con The Hollywood Reporter, la ganadora del Oscar volvió a dar detalles de cómo vivió las escenas íntimas de este thriller erótico.
Entre los aspectos que más han llamado la atención se encuentra la forma en que Kidman actuó los orgasmos de su personaje. Nicole aseguró que desde que leyó el guion de esta cinta sabía que jamás había hecho algo parecido, sobre todo porque se centra en una mujer madura que experimenta con su sexualidad, algo que tomó como un reto muy personal.
“Muchas veces se descarta a la mujer en un determinado periodo de su carrera como ser sexual. Así que fue realmente hermoso ser vista de esta manera”, aseguró al medio estadounidense. No obstante, y a pesar de haber protagonizado otras producciones con contenido erótico como Ojos bien cerrados junto a su entonces esposo, Tom Cruise, la actriz reveló que aún siente vergüenza al grabar estas escenas.
“¡Me sonrojo, todavía! Es una locura. Pero eso es bueno, supongo. Estoy muy interesada en explorar esas cosas, pero no soy tan extrovertida. Yo estaba tan en el personaje. Bajar el telón de todo eso, es demasiado sagrado”, añadió.
Durante la entrevista, Kidman aborda el hecho de que muchas escenas donde se muestra en pleno éxtasis no son “estéticas” según los estándares hollywoodenses. Esto fue gracias a la directora Halina Reijn, quien hizo un esfuerzo por mostrar esta intimidad de manera más “realista” y “visceral”.
“Puede que (las escenas) no parezcan bonitas ni suenen bonitas. O ser lo que pensamos que es bonito. Halina siempre ha querido hacer algo así. Probablemente por eso decimos constantemente que necesitamos mujeres en todos los ámbitos del cine, contando historias diferentes. No es sólo para ser más justos. En realidad es porque es fascinante. Y para que la gente sienta: ‘Puedo ser quien soy’”.
En Babygirl, Nicole Kidman interpreta a Romy, una directora ejecutiva de una importante compañía que, a pesar de tener lo que muchos considerarían una vida perfecta, atraviesa una crisis existencial. Es ahí cuando comienza un apasionado romance extramarital con Samuel (interpretado por Harris Dickinson), un joven pasante que le hará vivir el sexo de una manera completamente diferente.
Nicole aseguró que los problemas que aquejan a Romy son “muy cercanos”, además, consideró esta cinta como una experiencia “liberadora” como actriz y como espectadora.
“Mi personaje ha llegado a una etapa en la que tiene todo este poder, pero no está segura de quién es, qué quiere, qué desea, aunque parece tenerlo todo. Y creo que eso es muy cercano. Hay muchas mujeres que dicen: ‘Bueno, he hecho esto, tengo hijos, tengo este marido, ¿y qué es lo que realmente quiero? ¿Quién soy y cuáles son mis deseos? ¿Tengo que fingir ser otra cosa para que la gente me quiera?’. Creo que esta película es muy liberadora. Espero que lo sea. Algunas personas me han dicho que es la película más perturbadora que han visto”.
Y mientras se aproxima el estreno de Babygirl, Nicole ya piensa en los planes que tiene para el futuro. Todo parece indicar que le dará una pausa a su carrera en el cine y la televisión para incursionar en el teatro. Además, quiere continuar viajando por el mundo junto a su familia a destinos donde pueda respirar aire fresco.
“Puede que haga una obra de teatro. Me gustaría ir de excursión a Machu Picchu. Quiero ir a esquiar. Me encanta hacer senderismo en Austria. Mi marido y yo queremos ir a hacer eso. Y luego queremos llevar a las niñas a Japón en las vacaciones de primavera. Y nadar mucho en el océano. El océano me tranquiliza muchísimo. Me encanta su magnitud, lo relativiza todo”.