Cuando Javier Bardem aceptó el desafío de interpretar a José Menéndez, el padre de los hermanos Erik y Lyle, no solo asumió un papel clave en la serie Monsters: The Lyle and Erik Menéndez Story, sino también la complejidad de dar vida a una figura controvertida. Sus más recientes declaraciones hicieron que el actor español despierte reacciones entre los seguidores del caso.
Mientras otros miembros del elenco decidieron reunirse con los hermanos Menéndez, el intérprete del fallecido empresario decidió, desde un inicio, no conocer a los sentenciados y reveló sus razones.
Desde un primer momento Bardem dejó en claro su decisión de no reunirse con los hermanos, actualmente encarcelados por el asesinato de sus padres. “Nunca quise sentarme con los asesinos”, comentó Bardem en una entrevista con Variety, subrayando que no conocía en profundidad la historia cuando el creador de la serie, Ryan Murphy, lo contactó.
Esta postura marcó su enfoque como actor. En lugar de buscar testimonios directos o material que pudiera humanizar a José Menéndez, el artista optó por confiar plenamente en la investigación llevada a cabo por Murphy y el coguionista Ian Brennan.
Ante la falta de documentación directa sobre José, el actor recurrió a una interpretación basada en las descripciones proporcionadas por terceros, especialmente las de sus hijos. “No había mucho más allá de lo que se decía de él”, afirmó, destacando que el guion contenía todos los elementos que necesitaba para comprender su papel.
Una tragedia llevada a la pantalla
La serie Monsters: The Lyle and Erik Menéndez Story, dirigida por Ryan Murphy, revive uno de los casos más impactantes de los años 90 en Estados Unidos: el asesinato de José y Kitty Menéndez, un crimen perpetrado por sus hijos, Erik y Lyle. En 1989, los hermanos dispararon contra sus padres en su mansión de Beverly Hills, alegando años de abuso físico, emocional y sexual por parte de su padre, un relato que dividió a la opinión pública y que sigue siendo motivo de controversia.
Aunque el caso conmocionó al mundo y sus juicios fueron televisados ampliamente, la historia no había alcanzado una resonancia similar en países como España, algo que Javier Bardem admitió al aceptar el papel. Esta falta de familiaridad subraya la universalidad del tema tratado por Murphy, quien buscó explorar el contexto familiar y las dinámicas de poder detrás del trágico desenlace.
Reacciones a la serie y las visitas a los hermanos Menéndez
La serie no solo trajo nuevamente a la luz el controvertido caso, sino que también generó reacciones mixtas tanto en el elenco como en los propios hermanos Erik y Lyle Menéndez, quienes actualmente cumplen cadena perpetua en la prisión Richard J. Donovan Correctional Facility, en San Diego.
Actores como Cooper Koch, quien interpreta a Lyle, visitaron a los hermanos en prisión. El protagonista describió la experiencia como profundamente impactante, mencionando que se sintió nervioso antes del encuentro, pero que al llegar, encontró en ellos personas “amables y abiertas”. Estas visitas, que incluyeron la presencia de figuras públicas como Kim Kardashian y su familia, reflejan el renovado interés público por la historia y los cuestionamientos en torno a la condena de los hermanos.
Por su parte, Erik Menéndez criticó duramente la serie, calificándola como “difamación desalentadora” y subrayando que su historia es una tragedia llena de traumas que sigue marcando su vida desde la prisión. Estos comentarios revelan el impacto emocional que tiene para ellos ver su vida dramatizada en un formato televisivo.
Los hermanos Menéndez pueden salir libres
El caso de Erik y Lyle Menéndez, que en 1996 culminó en una condena a cadena perpetua por el asesinato de sus padres, podría ser revisado a raíz de nuevas evidencias que sus abogados han presentado. Estas pruebas buscan reafirmar las acusaciones de abuso sexual prolongado por parte de José Menéndez, su padre, las cuales fueron el eje de la defensa durante el juicio original.
Tras la destitución de George Gascón como Fiscal de Distrito de Los Ángeles en octubre pasado, el recientemente electo Nathan Hochman evalúa si existen fundamentos suficientes para una nueva sentencia. Las alegaciones de abuso, que durante años fueron vistas con escepticismo por parte del sistema judicial y la opinión pública, han adquirido un nuevo enfoque gracias a la aparición de testimonios y documentos que podrían respaldar el relato de los hermanos.