El legendario cineasta estadounidense David Lynch reveló que necesita oxígeno suplementario para realizar actividades básicas debido al enfisema que padece.
Se trata de una condición que desarrolló tras décadas de tabaquismo que comenzó a los 8 años de edad.
En una reciente entrevista con la revista People, el director de 78 años detalló las graves consecuencias que el hábito de fumar ha tenido en su salud.
“Apenas puedo atravesar una habitación. Es como si caminara con una bolsa de plástico alrededor de la cabeza”, describió Lynch, quien ahora se ha convertido en una voz de advertencia sobre los peligros del tabaco.
El creador de la serie Twin Peaks fue diagnosticado con enfisema en 2020, pero no dejó de fumar hasta dos años después, cuando su condición se volvió crítica.
“Vi la escritura en la pared y decía: ‘Vas a morir en una semana si no lo dejas’”, relató. “Apenas podía moverme sin jadear en busca de aire. Dejar de fumar era mi única opción”.
La enfermedad ha limitado significativamente su capacidad para trabajar. David Lynch ahora permanece mayormente confinado en su hogar para evitar infecciones que podrían agravar su condición.
Si bien no puede dirigir en un set de filmación, ha expresado su disposición para hacerlo de manera remota en el futuro.
Cabe destacar que su última película fue Inland Empire en 2006 y su último proyecto importante fue la continuación de Twin Peaks para Showtime en 2017.
El director, también conocido por obras como Blue Velvet y Mulholland Drive, reconoció que el tabaco fue “una parte importante” de su vida y de su identidad como pintor y cineasta.
“Me encantaba el olor del tabaco, el sabor del tabaco. Me encantaba encender cigarrillos”, confesó.
El consumo de tabaco también se reflejó en su obra cinematográfica, donde varios de sus personajes aparecían fumando regularmente, aunque Lynch afirma que nunca pensó en esto como una forma de romantizar el hábito.
Su última aparición en pantalla fue un cameo como el director John Ford en The Fabelmans de Steven Spielberg en 2022, donde interpretó la escena fumando un cigarro. Desde entonces, su condición le ha impedido participar en nuevos proyectos presenciales.
A pesar de las graves consecuencias para su salud, David Lynch admitió no arrepentirse de haber fumado, aunque ahora utiliza su experiencia para advertir a otros sobre los peligros del tabaco.
“Realmente quería transmitir esto: piénsenlo. Pueden dejar estas cosas que terminarán matándolos”, declaró. “Se lo debo a ellos, y a mí mismo, decirlo”.
La adicción de David Lynch al tabaco y su lucha para dejarlo
El cineasta intentó dejar de fumar “muchas, muchas veces” a lo largo de los años, pero siempre recaía.
“Cuando se ponía difícil, fumaba ese primer cigarrillo y era un viaje de ida al cielo. Entonces volvías a fumar de nuevo”, explicó. Como muchos adictos, Lynch expresó que deseaba que aquello que amaba no fuera perjudicial para su salud.
En agosto pasado, el cineasta ya había hecho pública su condición a través de la red social X (anteriormente Twitter), donde escribió: “Disfruté mucho fumando... pero hay un precio que pagar por este disfrute, y el precio para mí es el enfisema”.
A pesar de que raramente sale de casa debido a su condición, el director bromea diciendo que “nunca me gustó mucho salir antes, así que es una buena excusa”.
A pesar de las limitaciones que el enfisema ha impuesto en su vida, Lynch ha continuado trabajando en proyectos que puede realizar desde casa, incluyendo cortometrajes, webisodios y videos musicales, siendo su colaboración más reciente con la cantante estadounidense Chrystabell.