Bill Skarsgard, quien será parte de la nueva película de Robert Egges (Nosferatu), rreveló que su papel como Pennywise le causó un daño psicológico. En una entrevista con Vanity Fair, el actor confesó que, durante varias noches, soñó que estaba luchando con el aterrador payaso de las novelas de Stephen King. En otros sueños, se veía a sí mismo como el demonio que acechaba a los niños.
“Esos sueños eran muy extraños. O me enfrentaba a Pennywise y estaba enojado con él, gritándole, o era Pennywise, pero estaba caminando por las calles en las que crecí y pensaba: ‘No, no. No debería estar aquí en público caminando así. No es así como se supone que se debe hacer’”, relató.
Asimismo, el joven de 33 años explicó que todas sus pesadillas tenían lugar en las calles de Estocolmo, lugar donde el famoso nació y se crio: “Fue algo extraño, estaba tratando de separarme de esa cosa, literalmente en el lugar en el que crecí, en el mismo departamento en el que crecí”, contó.
Sin embargo, el actor también dijo que disfrutó mucho el proceso de convertirse en Pennywise, ya que fue su “transformación definitiva”. Aunque, ahora que interpretará al vampiro Orlok en Nosferatu, hizo una comparación entre ambos personajes.
“El Conde Orlok era muy diferente a Pennywise en muchos aspectos. Orlok estaba incluso más lejos de mí que Pennywise, en el sentido de que mi voz, mi postura, mi edad, mi aspecto, todo era muy diferente. Eso se convirtió en un reto. Antes de ponernos las prótesis, exploramos muchas cosas raras y nos fijamos en el butoh, una especie de danza japonesa de cadáveres. Exploramos muchas cosas alucinantes”, indicó.
Incluso, Bill Skarsgard comentó que lo que más trabajó fue su voz, así que para lograr el tono perfecto, trabajó por varias semanas con un cantante profesional de ópera, quien le ayudó a llegar a los tonos graves que requería este ser de la noche y cuando su hermano Gustav lo escuchó, no pudo evitar soltar un “¿Qué diablos está pasando?”.
Por otra parte, el artista afirmó que se ha sentido “atraído” por las figuras terroríficas que ha interpretado a lo largo de su vida: “Creo que esos personajes se sienten atraídos por mí tanto como yo me siento atraído por ellos. Es una atracción mutua. El hecho de que ellos se sientan atraídos por mí se debe a un montón de razones diferentes, desde la forma en que te ves, tu sensibilidad, tu oscuridad o tu intensidad”, declaró.
Aunado a esto, la estrella explicó que “los personajes más oscuros también tienden a ser más complejos” y por ello “se necesitan más ejercicios mentales” para interpretarlos en pantalla. Sin embargo, no desea que el público lo encasille en este tipo de papeles.
“Definitivamente no quiero interpretar exclusivamente ese tipo de papeles, pero nunca he visto el atractivo de la estrella clásica. La diferencia entre una estrella de cine y un actor, es que una estrella de cine se interpreta a sí misma en cada papel, en cierto modo, mientras que un actor se transforma. Hay personas que se interpretan a sí mismas y son brillantes cada vez, pero es lo mismo y tienen ese truco. En mi caso, no creo que sea tan carismático o interesante, así que no puedo apoyarme en eso. Necesito transformarme lo más lejos posible de mí mismo”, explicó.
Bill Skarsgard también dejó en claro que lo que busca en un papel es que no se parezca a él porque para él la transformación a nivel físico es algo que disfruta en cada uno de sus proyectos: “La transformación siempre me ha resultado muy atractiva, así como interpretar personajes que son muy diferentes a mí. Interpreté a un personaje autista cuando tenía 19 años y me encantó. Disfruté mucho haciéndolo. No es un personaje oscuro, es un personaje muy dulce”, comentó.