Bob Singleton, el director musical de Barney y sus amigos, recordó recientemente en el podcast Generation Barney cómo su trabajo en el programa infantil, conocido por sus pegajosas canciones sobre amistad, comunidad y amor, provocó reacciones adversas entre algunos adultos. Desde su estreno en 1992, el show se convirtió en un fenómeno para muchos niños, aunque las melodías del querido dinosaurio púrpura resultaban menos tolerables para algunos padres.
En el segundo episodio del podcast, Singleton relató algunos de los episodios negativos que experimentó debido a su trabajo en el programa, a pesar del reconocimiento que obtuvo su labor. “Cuando fui nominado a un Grammy, una estación de radio local dijo: ‘Esto es genial’”, recordó. Sin embargo, “alguien llamó y dijo: ‘Ojalá pudiera poner mis manos alrededor del cuello de ese tipo. Me encantaría simplemente acabar con él’”.
A medida que Internet evolucionaba y surgían más espacios de discusión en línea, Bob comenzó a recibir también correos electrónicos inquietantes. Según explicó en el podcast, el acceso a su dirección de correo electrónico facilitó que algunas personas enviaran mensajes amenazantes. “Me estaban enviando correos… amenazándome a mí y a mi familia con horribles muertes y desmembramientos, y cosas terribles”, compartió el director. El tono de las interacciones hostiles a menudo variaba, pero algunas situaciones llegaron a hacer que el director musical temiera por su seguridad.
En un almuerzo, Singleton relató que un hombre le comentó su frustración de manera incómoda. “Dije que había sido el director musical de Barney, y este hombre, y estoy seguro de que tenía buenas intenciones, me dijo: ‘Wow, a mis hijos les encantaba, pero yo solo quería matarte’”, recordó. Aunque interpretó el comentario como un intento de expresar que “a mis hijos les gustó, a mí no”, el incidente fue incómodo y le hizo preguntarse si debía preocuparse por su seguridad.
Barney y sus amigos, que era protagonizado por un tierno tiranosaurio rex púrpura, se convirtió en un fenómeno cultural de la televisión infantil en los años 90, recordado con cariño por muchos millennials que crecieron viendo el programa. Sin embargo, el éxito del show fue acompañado por una reacción de desagrado por parte de algunas personas. Las canciones repetitivas y el tono excesivamente optimista de Barney provocaron a lo largo de los años una especie de fatiga en ciertos espectadores adultos, algo que se ha documentado en varios medios.
El podcast Generation Barney, presentado por la periodista Sabrina Herrera y producido por Connecticut Public, examina el impacto cultural de la serie y el legado del personaje principal. Según Singleton, los episodios de críticas intensas y amenazas personales reflejan las reacciones polarizadas que generaba el programa entre su audiencia. “Era aterrador”, reconoció Singleton en el episodio, y agregó que los comentarios negativos y las amenazas fueron una experiencia recurrente mientras trabajaba en la serie.
El impacto del famoso programa infantil, que se emitió por primera vez en 1992, se mantuvo vigente durante más de una década, presentando a Barney junto con otros personajes infantiles en aventuras que celebraban la amistad, la colaboración y el respeto. Aunque el programa fue cancelado en 2010, su influencia en la televisión sigue siendo significativa, ya que la serie dejó una marca en la cultura pop, e inspiró a una generación de jóvenes que crecieron viendo al dinosaurio púrpura y cantando sus canciones.
La primera temporada del podcast Generation Barney está disponible con sus tres primeros episodios en diversas plataformas de streaming. A la par, también está disponible en Max el documental Te quiero yo, tú no a mí, que se estrenó este año y revela un lado poco conocido del show. A este se suma la nueva serie animada del personaje y un live action para adultos dirigido por Daniel Kaluuya anunciado el año pasado.