Liam Payne, conocido por ser parte de la manda mundialmente famosa One Direction, hizo su primera aparición en The X Factor en 2008, con apenas 14 años, pero fue rechazado. No sería hasta dos años después que encontraría la fama en el mismo programa junto a sus compañeros Harry Styles, Niall Horan, Zayn Malik y Louis Tomlinson.
Su primera presentación fue con “Fly Me to the Moon” de Frank Sinatra. A pesar de su voz prometedora, Simon Cowell lo rechazó en esa oportunidad, sugiriéndole que volviera más adelante para estar más preparado. Ese consejo se transformaría en una oportunidad crucial en la vida de Payne.
En 2010, con 16 años, regresó al escenario del reality y sorprendió al jurado con una potente interpretación de “Cry Me a River” de Justin Timberlake. Esta actuación fue determinante para que avanzara en la competencia, pero nuevamente, su destino parecía incierto: no logró ser seleccionado como solista para las siguientes etapas.
Fue entonces cuando los jueces decidieron reunirlo con otros cuatro jóvenes aspirantes, Harry, Niall, Zayn y Louis, formando lo que más tarde se convertiría en One Direction. La banda no ganó esa edición del programa, pero su paso por The X Factor les abrió las puertas a la fama global.
Durante su trayectoria en el concurso, One Direction realizó presentaciones memorables. Entre ellas, su interpretación de “Torn” de Natalie Imbruglia y “My Life Would Suck Without You” de Kelly Clarkson fueron momentos claves para conectar con el público.
Aunque terminaron en el tercer puesto, el impacto de su participación fue tal que Simon Cowell decidió ofrecerles un contrato discográfico con Syco Music, marcando el inicio de su meteórica carrera.
Tras el programa, One Direction se convirtió en una de las bandas más exitosas del pop contemporáneo, con cinco álbumes, múltiples giras mundiales y éxitos que alcanzaron los primeros puestos en las listas globales. Sin embargo, su historia no fue solo de éxitos inmediatos: en 2015, Zayn Malik dejó la banda, y un año después el grupo anunció un receso indefinido.
Después de la separación de la banda, Payne emprendió su carrera como solista, mostrando una faceta más madura y orientada al pop y R&B. En 2017 lanzó su primer sencillo, “Strip That Down”, en colaboración con Quavo, que se convirtió en un éxito internacional. A partir de allí, colaboró con otros artistas, como Rita Ora en “For You” para la banda sonora de Fifty Shades Freed y J Balvin en “Familiar”, consolidando su estilo como solista.
Además de lanzar varios EPs y un álbum de estudio titulado LP1 en 2019, Payne exploró también su faceta más personal en canciones como “Stack It Up”. A lo largo de su carrera post-One Direction, participó en festivales y conciertos, aunque también tuvo desafíos relacionados con su salud mental, los cuales ha abordado abiertamente en entrevistas. A pesar de estos altibajos, Liam se mantuvo como una figura relevante en la industria, experimentando con su sonido y colaborando con artistas de distintos géneros.