El Victoria’s Secret Fashion Show, uno de los eventos más emblemáticos de la industria de la moda, volvió este 15 de octubre de 2024 tras una pausa de seis años. Este regreso, que fue transmitido en Prime Video y diversas plataformas sociales, marcó un intento de la marca por adaptarse a las cambiantes demandas del mercado y responder a las críticas sobre la falta de inclusividad.
En mayo de este año, la compañía anunció una nueva edición del show, asegurando que su enfoque había evolucionado para bien. Así, el evento, que duró 45 minutos, incluyó una alineación musical compuesta exclusivamente por mujeres, destacando a artistas como la estrella del K-Pop LISA, la cantante sudafricana Tyla y la leyenda pop Cher, quien cerró el espectáculo con sus clásicos “Strong Enough” y “Believe”.
Además, el desfile presentó a varias de las modelos más reconocidas del mundo, incluyendo a Gigi y Bella Hadid, Jasmine Tookes, Behati Prinsloo, Barbara Palvin y Adriana Lima, quien regresó tras su retiro en 2018. También hubo momentos de sorpresa con la participación de Kate Moss y Carla Bruni, quienes hicieron su debut en el show.
La modelo y activista Ashley Graham, conocida por abogar por la representación de cuerpos diversos, expresó su entusiasmo por ser parte de este renacimiento, señalando que inicialmente había tenido dudas debido al historial de la marca en cuanto a la inclusión.
La presencia de Tyra Banks, primera modelo negra con contrato exclusivo de Victoria’s Secret, también fue uno de los momentos más destacados de la noche. Su regreso tras casi dos décadas fue recibido con aplausos, simbolizando un avance en la representación dentro de la marca.
Asimismo, Valentina Sampaio y Alex Consani, ambas modelos transgénero, hicieron apariciones destacadas en el Victoria’s Secret Fashion Show 2024; las dos son activistas por los derechos de la comunidad LGBTQ+ y representan un avance en la inclusividad dentro de la industria de la moda.
En la alfombra roja previa al evento, celebridades como Cher, Olivia Culpo y la influencer Remi Bader también asistieron para mostrar su apoyo a los modelos. La multitud se vio sorprendida por la llegada de figuras como la gimnasta olímpica Suni Lee y Madison LeCroy, quien optó por un vestido negro de gran escote.
Sin embargo, la recepción del evento no fue completamente positiva. A lo largo del show y después de su final, surgieron en redes sociales varios comentarios sobre la falta de modelos de tallas grandes, a pesar de las promesas de mayor inclusividad.
La marca declaró que ha escuchado las críticas y que el desfile de este año refleja su compromiso por ser más inclusiva y diversa. “El Victoria’s Secret Fashion Show ha vuelto y reflejará quiénes somos hoy, además de todo lo que amas: el glamour, la pasarela, las alas, el entretenimiento musical y más”, se anunció en las redes de la compañía.
Desde su primera edición en 1995 hasta su cancelación en 2019, el espectáculo se consolidó como un fenómeno cultural, atrayendo a millones de espectadores. Sin embargo, su suspensión se produjo en un contexto de creciente presión por parte de movimientos sociales como el #MeToo y la defensa de los derechos de las personas trans y la diversidad corporal.
La controversia también se intensificó por las relaciones personales de sus propios dirigentes, como la asociación del CEO de L Brands, Les Wexner, con el delincuente sexual Jeffrey Epstein. A esto se sumó el caso del entonces Director de Marketing, Ed Razek, quien discriminó a las modelos transgénero y de tallas grandes.
En vista de todos los problemas pasados, este nuevo desfile ha representado una oportunidad para que Victoria’s Secret recupere su prestigio y relevancia, luego de años de dificultades financieras y de mala reputación.
Como resultado, el show atrajo a más de 12.4 millones de espectadores, y su regreso podría ser clave para revitalizar la marca en un mercado donde enfrenta una creciente competencia de otras líneas de lencería.